El Valencia mata al Villarreal en el descuento
Dos goles terminales y a la contra de los che, dejan una vez más deprimido al conjunto de Calleja
La ambición del Villarreal chocó con su mal fario en los minutos finales, su nefasta defensa y con el oficio del Valencia que paciente y en el descuento, logró dos goles de ventaja para dar un paso de gigante hacia la semifinal. El conjunto castellonense se puso el traje de Europa dirigido con maestría por Cazorla y obligó al Valencia a realizar un ejercicio serio como acostumbra en todas las competiciones. Dos contragolpes letales en el descuento ejecutados por Was y Guedes concedieron al conjunto de Marcelino una victoria trabajada y con sabor a título.
Villarreal y Valencia, realidades opuestas, cercanía y rivalidad, un choque de altura por una plaza en las semifinales de la Europa League, cuyo primer episodio se disputaba en La Cerámica. Nada puede distraer al equipo castellonense de su objetivo de salvar la categoría en una temporada agónica para el club de Roig, que solo encuentra consuelo y ánimo en la competición continental donde ofrece su mejor versión. Al Villareal le espera una final el próximo domingo en Montilivi ante el Girona. Y sin embargo, ante el conjunto che Calleja no apostó por el plan B que en Europa le ha funcionado perfectamente al Villarreal, invicto en la competición. Hasta que el Valencia le dio un baño de realidad.
El Villarreal renunciaría a todo por mantenerse en Primera. Y para el Valencia, institucionalmente al menos y hasta llegar a cuartos, hubiese aceptado de buen grado la eliminación europea para no perder de vista la cuarta plaza en LaLiga, el objetivo principal de Peter Lim, presente en Vila-real junto a su séquito de Singapur para quienes la viabilidad financiera del proyecto del Valencia resulta vital alcanzar la Champions. Dinero antes que prestigio. En el año de su centenario, la afición che lo quiere todo, la Copa y también la Liga Europa que le puede dar un título y una plaza en la máxima competición continental. A un paso de las semifinales, Marcelino, amablemente recibido en La Cerámica, apostó por su mejor once. Y le salió bien.
Por Guedes, con su gol en Krasnodar en el descuento, el Valencia se presentó en La Cerámica en los cuartos. Y el extremo portugués abrió y cerró el partido para los che que les deja a las puertas de la semifinal. Los errores defensivos están condenando al Villarreal en esta agónica temporada. Los tuvo al inicio y al final. Y las torpezas, como la cometida por Cáseres al inicio del encuentro. El argentino zancadilleó sin venir a cuento a Guedes tras un recorte del portugués escorado en el área. El penalti lo lanzó Parejo, a diferencia del ejecutado cinco días atrás ante el Rayo, con potencia y al costado izquierdo. Tampoco lo convirtió. Andrés Fernández adivinó el disparo y le dio para rechazar el esférico que recogió Guedes, el más listo y veloz, para empujar a gol.
Con el marcador en contra, en principio, la respuesta del Villarreal resultó tibia, más aparente que efectiva. Organizado en defensa, no le incomoda al Valencia no disponer del esférico y la posesión. Lo suyo son las transiciones rápidas, las internadas por banda de Guedes o Ferran y las conexiones de Rodrigo y Gameiro.
El partido estaba donde quería el Valencia que, en todo caso, no podía fiarse con la presencia en el ataque del Villarreal de Gerard Moreno y Chukwueze, las llegadas desde la segunda línea de Iborra, más la presencia de Fornals y Cazorla, sin descanso el asturiano y que en un lanzamiento de falta puso de los nervios a Neto que poco después tuvo que recoger el balón de la red. Garay devolvió el favor al Villarreal y cometió penalti sobre Iborra en un forcejeo. Y Cazorla, con personalidad, cogió el esférico se dirigió hacia el punto de penalti y lo lanzó con potencia y maestría engañando a Neto. Y celebró el gol con rabia tras su desacierto en el Villamarín. El conjunto de Calleja se marchó al descanso con renovadas sensaciones.
No tuvo tregua el Valencia en la continuación empujado hacia su área, salvando Neto un mano a mano con Chukwueze, un dolor de muelas el nigeriano para la defensa de Marcelino que apuntaló el centro del campo con la entrada de Coquelin ante la presión amarilla. Calleja quería más e introdujo a Bacca por Iborra mientras Marcelino retiraba a Gameiro por Cheryshev. Acumulaban ocasiones los de Calleja y el Valencia respondía a la contra. Y en el descuento mató al Villarreal y prácticamente su continuidad en Europa.
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