Mandi y Canales acaban con un Valladolid seco
El Betis retoma la senda del triunfo y se coloca a tres puntos de la cuarta plaza
Fue un Betis desnaturalizado, sostenido por sus centrales, que defendieron con orden y hasta marcaron, gracias al espectacular remate de Mandi. Un Betis que respiró después de la enésima maravilla de Canales. El centrocampista, ya como delantero, recogió un pase en largo de Pau, su portero. Al formidable control le siguió una conducción majestuosa para asistir a Joaquín, que marcó con fortuna. Era el minuto 87. Así, entre los centrales y Canales, más la ayuda de Pau, enorme en un remate de Guardiola, acabó el Betis con un Valladolid que se dejó la piel en el campo con un monumental esfuerzo. No le valió a los castellanos con su entrega. Acumulan su cuarto partido sin anotar y en la cabeza de sus jugadores reina, por muchos momentos, la ansiedad.
Valladolid, 0-Betis, 2
Valladolid: Masip; Antoñito, Olivas, Calero, Nacho; Keko (Anuar, m. 62), Míchel (Unal, m. 82), Alcaraz, Hervías (Verde, m. 54); Plano y Guardiola. No utilizados: Yoel; Joaquín, Moyano y Plaza.
Betis: Pau; Barragán (Guardado, m. 34), Mandi, Javi García, Feddal, Francis; William, Kaptoum, Canales; Lainez (Joaquín, m. 46) y Sergio León (Sidnei, m. 78). No utilizados: Joel; Bartra, Emerson y Loren.
Goles: 0-1. M. 47. Mandi. 0-2. M. 87. Joaquín.
Árbitro: González Fuertes. Amonestó a Canales, Nacho y Feddal. VAR. Medié Jiménez.
Zorrilla. 20.125 espectadores.
El Betis pensó más en la semifinal de la Copa ante el Valencia. Sufrió mucho ante el empuje del Valladolid y encontró recompensa metido atrás, sin delanteros, con cambios conservadores de Setién, jugando mucho menos, por ejemplo, que ante el Alavés la semana pasada. Así es el fútbol y el Betis, séptimo, está a tres puntos de la cuarta plaza. El domingo, además, recibe al Getafe, precisamente el inquilino de la misma. Fue feliz el Betis en vísperas de su partido más importante del año en Mestalla, manejándose con menos posesión que en otras ocasiones. No es que renunciara a su estilo, es que el Valladolid le apretó una barbaridad. El triunfo tiene su peso porque acaba con una racha consecutiva de cinco partidos sin ganar. Además, se alegra mucho el ambiente después de la decepción europea, protagonizada por el bravo Rennes. Partidazo de Pau, los centrales (Mandi, Javi García y Feddal) y guinda explosiva con la estupenda acción de Canales.
Respiró el Betis con el acrobático remate de Mandi. Una chilena espectacular, digna de un delantero de jerarquía y mucho menos esperada en un central. Los centrales del Betis fabricaron un gol aprovechando la mala salida de Masip, héroe en el Camp Nou. El tanto supuso la única jugada de cierto mérito de los de Setién, que se plantaron en Valladolid pensando en la semifinal copera ante el Valencia del jueves. Hasta ocho cambios introdujo el técnico cántabro con respecto al que cayó eliminado de Europa ante el Rennes. No jugó el Betis bien, pensando en la Copa, como tampoco lo hizo un Valladolid tremendamente atascado, que apenas era capaz de profundizar por la banda derecha, con un activo Keko. El Valladolid no encontró en Plano el hombre que le organizara el juego y se limitó a estar ordenado ante el toque insípido de un Betis algo gripado en las últimas jornadas, Entre que el Valladolid y no podía y que el Betis estaba a otra cosa, el primer tiempo fue soso. Solo en los últimos cinco minutos de este periodo se activó algo el choque. Con un jugadón de Lainez con disparo que sacó Masip, una acción clara que Mandi tapó a Guardiola y, por último, el gol del argelino, que le dio demasiado premio a este Betis tan desangelado.
El Valladolid fue con todo en la segunda parte. Con más corazón que fútbol, metió al Betis en su campo. Los verdiblancos se metieron atrás sin rubor y Setién cambió a su único delantero, Sergio León, por el central Sidnei. Le salió de cine. Pau salvó a su equipo en un remate de Guardiola y, al final, decidió el talento de Canales. Enorme la conducción del bético, tan poderosa como imposible de detener para Calero. Joaquín, que le dio mal, hizo el segundo. Hasta en eso tuvo suerte el Betis en Pucela. La que le faltó otros días. Ahora, a dar la campanada en Mestalla, defender el 2-2 de la ida y cumplir el sueño de jugar la final de la Copa en su propio estadio. Necesitará más fútbol e inspiración que ante el Valladolid.
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