La sabiduría de Cazorla destroza al Sevilla
En su mejor versión, el Villarreal de Calleja renace ante el descafeinado equipo de Machín
Con su mejor versión, largamente esperada, el Villarreal destrozó a un Sevilla sin energía ni tacto. La sabiduría de Cazorla, la experiencia de Iborra y las piernas de Pedraza, un pura sangre el cordobés por la banda izquierda, y el hermetismo en defensa, sentenciaron al Sevilla, insustancial en el primer acto. Cuando quiso reaccionar ya contaba con dos goles de desventaja. El Villarreal, diez jornadas después, volvió a sentir las sensaciones del triunfo, tan vital como necesario. Calleja ha dado por fin con la tecla para hacer reaccionar a un equipo cuyo potencial no va acorde con la clasificación.
Consciente de lo que se jugaba, el Villarreal salió a por todas, embotellando al Sevilla al que no le quedó más remedio que replegarse. Todas las disputas individuales eran para los jugadores de Calleja, en el juego y a balón parado. El dominio del Villarreal tuvo su recompensa al minuto 19. Álvaro cabeceó con violencia un saque de esquina botado por Cazorla con su diestra de seda. Un gol que ponía en evidencia la superioridad de los castellonenses ante un Sevilla al que por una vez Machín aplicó las rotaciones, con cinco cambios en el once respecto al que formó tres días atrás ante la Lazio. La ausencia de Banega por sanción pesó en los hispalenses.
Munir obligó a Asenjo a realizar una espectacular parada a punto de llegar la media hora de juego. Fue el primer ataque del Sevilla, que intentó equilibrar el partido atemperando el ánimo local a través de la pausa con el esférico. Se desplegaban los de Machín con corrección y contestaba el Villarreal con electricidad. Y asomando el descanso, el conjunto castellonense dobló la ventaja, tras una acción combinativa excelsa. Botó en corto una falta Cazorla destinando el balón a Iborra y este filtró un dibujado pase a Bacca. El colombiano, con un taconazo majestuoso, regaló el gol a Ekambi. Un tanto para enmarcar.
La entrada en la segunda mitad de Sarabia, Ben Yedder y Escudero impulsó al Sevilla y obligó al Villarreal a hacer un ejercicio de resistencia del que salió ileso y vencedor ante un Sevilla descafeinado que encajó un tercer gol del portentoso Pedraza. El equipo de Calleja asoma la cabeza.
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