Un rumano debuta en el Athletic
Cristian Ganea se estrena en San Mamés y su equipo resuelve la eliminatoria frente al Huesca (4-0)
El marcador ya estaba cuesta abajo, y en esto salió Ganea, y un cambio que no suele ser noticia con 4-0 en el marcador y la eliminatoria de Copa contra el Huesca casi resuelta para el Athletic (la ida de los dieciseisavos aplazada en su día por un concierto en San Mamés), lo fue, porque no era un debutante cualquiera, sino Cristian Ganea, un chico que nació en Rumanía; que llegó a Bilbao con 11 años, y que, además, no se formó en Lezama, sino en varios equipos de Bizkaia, y se marchó al Mallorca B, y luego a la Liga rumana, a la que le llevó Gica Hagi. Así que, por fin, sus padres podrán colgar su camiseta en el bar de Basauri que regentan, y la mostrarán orgullosos a los parroquianos. Tuvo veinte minutos, hizo un par de faltas en el lateral, combinó con Yuri, y fue feliz.
El Athletic también es feliz cuando Aduriz es feliz, y Aduriz es feliz cuando marca goles. Williams es feliz cuando mira al horizonte y ve el camino expedito. Frente al Huesca miraba y se encontraba una autopista de dos carriles sin límite de velocidad. Era feliz. En uno de esos experimentos que a veces hacen los entrenadores, o porque no le quedó más remedio, dadas las circunstancias, Francisco, el técnico del Huesca, colocó a un centrocampista, el serbio Brezancic, a cubrir la banda por la que debía correr Williams, y el ensayo no salió, porque el rojiblanco no respetó los límites de velocidad, y corrió desbocado por la banda cada vez que le dio la gana, y de su bota derecha salieron las jugadas decisivas, las acciones que inclinaron la eliminatoria hacia el Athletic.
Aduriz marcó el primero en un remate de cabeza, después de una falta que le hicieron a Williams y que sacó Beñat. Insúa, en propia meta, hizo el segundo después de un pase de Iñaki, un taquito de Muniain y el centro desde la línea de Williams que despejó Werner y rebotó en el defensa. Con el Huesca de brazos caídos, Aduriz, otra vez, resolvió la combinación –siempre por la izquierda–, de Williams con De Marcos. Brezancic soñará con ellos, o no podrá dormir pensando en ellos.
El serbio se quedó en la ducha en el descanso, pero el panorama cambió poco. El Huesca tuvo un par de intentos que desbarató Unai Simón, que ocupó la portería rojiblanca, y Beñat, más inspirado que en la Liga, sentenció la eliminatoria con un lanzamiento de falta que superó la barrera por arriba y cayó como un obús a la base del poste para batir a Werner. Luego salió Cristian Ganea, el primer rumano que juega en el Athletic, y sus padres podrán enmarcar la camiseta en su bar de Basauri.
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