Keres se despide a lo grande
No hubo declive en la carrera del indiscutible campeón sin corona, porque murió en plena racha triunfal

Blancas: Ta1, Dd1, Tf1, Rg1, Ab3, Cc3, Ae3, Cf3; peones en a2, b2, f2, g2, h2 y d5.Negras: Ta8, Dd8, Tf8, Rg8, Ag7, Cb6, Ca5, Ag4; peones en a7, b7, e7, f7, g6 y h6.
El horror de la Segunda Guerra Mundial afectó de manera especial a Paul Keres (1916-1975) por las consecuencias particularmente graves de su origen estonio, los problemas con las autoridades soviéticas y la enorme frustración de que su duelo programado contra el campeón Alexánder Aliojin nunca llegara a disputarse. Pero esa acumulación de tragedias no impidió que muchos lo considerasen el mejor jugador del mundo en los años de posguerra. Y había motivos sólidos para ello: terminó el 2º de cuatro Torneos de Candidatos consecutivos, en 1953, 1956, 1959 y 1962, algo que nadie ha logrado igualar. Y tampoco nadie ha logrado vencer a nueve campeones del mundo, excepto Keres, Korchnói y Beliavski.
El eterno segundo no solo se mantuvo entre las grandes estrellas durante tres decenios, sino que continuó ganando torneos y logrando otros resultados muy brillantes hasta pocos meses antes de su muerte, a los 59 años por un ataque al corazón, en 1975. La extraordinaria partida de este vídeo, frente a Donald Byrne, se disputó en el torneo de San Antonio (EEUU) a finales de 1972. Si quien la disfrute aún no está seguro de que Paul Keres fue un campeón sin corona, se le quitarán las dudas.
Sobre la firma

Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).