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El Celta abre su banquillo a la primera experiencia europea para el ‘Turco’ Antonio Mohamed

El técnico argentino, dos veces campeón de la liga mexicana, es el elegido para sustituir a Unzué en un proyecto que se levanta con algunas dudas

Mohamed, en un partido de la liga mexicana.
Mohamed, en un partido de la liga mexicana.M. Velásquez (Getty)

Elogiado durante los últimos años por su apuesta futbolística y su capacidad para incorporar a jugadores de la casa al fútbol profesional, el Celta no acaba de encontrar la estabilidad en el banquillo. Hace un año declinó la posibilidad de dar continuidad a Toto Berizzo para entregar la batuta a la idea que le había precedido con Luis Enrique. No regresó el entrenador asturiano, pero sí todo su equipo de trabajo dirigido por Juan Carlos Unzué. Firmaron un año de contrato con opción a otro y una cláusula liberatoria a mitad de camino que beneficiaba al Celta si el equipo no acababa entre los diez primeros. Así ocurrió. Y el paso hacia el divorcio lo dio el club: “Vimos el equipo un tanto plano”, lamentó el presidente Carlos Mouriño con Unzué a su lado en la despedida del técnico. El reactivo lo ha encontrado el Celta en México con un tipo de carácter, el argentino Antonio Mohamed, el “Turco”, que firma dos años con el equipo gallego.

Mohamed no es un cualquiera. Bonaerense de ascendencia árabe, íntimo de Maradona y sobre todo del Cholo Simeone, al que conoció de niño, se forjó como ídolo en Huracán. Un tipo canchero. Allí firmó con sus goles de delantero fuerte y exuberante el regreso a la máxima categoría tras el primer tramo de la historia del equipo en la B. Apenas tenía veinte años y Mohamed ya era un cheque al portador. Le fichó la Fiorentina, pero no llegó a debutar en Italia. Nunca lo hizo en Europa, ni como futbolista ni como entrenador. Su carrera en ambas facetas, a pesar de varios intervalos en su país natal, se vincula sobre todo a México. De allí llega ahora a la liga española tras pasar tres años en Rayados de Monterrey, después de quedar campeón con Tijuana y América, el club que dejó con el triunfo en la mano para irse a su casa. “Les dejo la Copa y me llevo la dignidad”, les dijo a los dirigentes en un episodio que conmocionó las infinitas tertulias del fútbol mexicano.

Porque este “turco” desconocido en España es una celebridad en otros lares. Más seguramente en México que en Argentina, donde tampoco es un paria. Conocido por sus peinados y teñidos extravagantes como futbolista, también por su físico pasado de peso y su carácter de delantero indómito, en los banquillos cultiva una imagen temperamental. Se trata de un entrenador que promueve un estilo nada común en la liga mexicana, de presión intensa y transiciones veloces. No le importa la posesión y sí la capacidad de resta y de llegada a la meta rival, recuperar y golpear con tres delanteros en los que los extremos no son tales sino que circulan hacia posiciones interiores.

Mohamed despreció ofertas de la liga que mejor conoce, de otras latinoamericanas e incluso declinó la posibilidad de dirigir a la selección hondureña en el proceso hacia el Mundial de Qatar. Quiere probar en Europa. Ahora está por ver que le ofrece el Celta, donde los planes son ignotos. Dos de sus pilares, Wass y Jonny, se despidieron en la última cita en Balaídos como si no fuesen a seguir en el club. Y el faro del equipo, Iago Aspas, condiciona su continuidad a que le presenten un proyecto ambicioso para competir al nivel que su fútbol ha alcanzado. En un momento tan crítico se ha deslizado además el interés de algunos clubes, entre ellos el Sevilla, por hacerse con los servicios del director deportivo Felipe Miñambres. En ese escenario Mohamed llega con su amplio bagaje, pero también como un meritorio que desconoce el entorno. “Me pica el bichito de ir a Europa, pero no me gustaría hacerlo, rebotar y volver enseguida. Quiero ir preparado”, explicó el pasado mes de enero en una entrevista al diario argentino La Nación. “Ni quiero llegar a la jornada 14 pararme delante de un plantel y decirle: hoy jugamos contra La Coruña. Y no tener ni idea de quien juega en La Coruña”, apuntó entonces. Eso ya lo tiene ganado. No se cruzará con el Deportivo, pero igual más de uno le explica que en Vigo a los coruñeses les llaman turcos.

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