El Manchester City le da una tunda al Liverpool

Una patada en el rostro acabó de escribir la historia de un nuevo duelo entre Pep Guardiola y Jürgen Klopp, el apóstol de la posesión venció al del contraataque en un partido que murió antes de su ecuador cuando un balón dividido entre Sadio Mané y el meta Ederson acabó con un violento encontronazo entre ambos, con una peligrosa entrada del delantero senegalés del Liverpool, que estampó los tacos de su bota derecha sobre el rostro del portero del Manchester City. No hubo intencionalidad en el afeitado, la pelota estaba por medio, pero la infracción y la decisión arbitral fueron indiscutibles. El Liverpool perdió a su futbolista más incisivo, al nominado como mejor jugador de la liga inglesa en las tres jornadas disputadas en el mes de agosto, y se diluyó para que el Manchester City se llevase el triunfo con comodidad (5-0). Ederson dejó el césped en camilla con el protocolo la Premier que incluye respiración asistida y collarín y le atendieron en los vestuarios de un corte en la mejilla. Por fortuna, sin más. Le dio tiempo a acercarse hasta el banquillo de su equipo para paladear la victoria final. "No creo que fuera para tarjeta roja, fue mala suerte, un accidente", se quejó Klopp tras el partido.

A ese nudo gordiano ya había llegado el Liverpool en desventaja. El rival del Sevilla en la Liga de Campeones construye un fútbol excitante, se aboca a un ida y vuelta agradable para la vista del espectador neutral. Pero sufre por su fragilidad defensiva: tres de los cuatro goles del Manchester City le llegaron tras conceder pases interiores en el corazón de su zaga. Y en ataque, sin Sadio Mané, aún añoró si cabe más de lo debido a Coutinho, que tras sus escarceos veraniegos con el Barcelona todavía no ha entrado en el equipo. El mediapunta brasileño trabajó durante toda la semana pasada sin mayor novedad en la concentración de la selección brasileña, pero Klopp prefirió marcar los tiempos y diferir su regreso al equipo. “Tras el último entrenamiento pensé en utilizarlo de inmediato, pero teníamos siete partidos por delante y pensé que no tenía sentido apurarme”, explica el entrenador alemán. Parece probable que el momento para emplearle llegue este miércoles en Anfield contra el Sevilla.

El Liverpool comenzó mandón ante el City, aparentemente cómodo en defensa y al acecho en ataque con la velocidad de Mané y Salah. Pero se cayó en cuanto le exigieron atrás. De Bruyne y Agüero le desnudaron con una conexión mediada la primera parte, un solo toque del belga para dejar al argentino ante el gol.

No hubo reacción. Stones pudo marcar el segundo para el Manchester City justo antes del encontronazo que terminó de decantar el partido y que propició ocho minutos de tiempo añadido en la primera parte, intervalo en el que llegaron dos centros de De Bruyne y dos goles tras sendos testarazos de Gabriel Jesús. El primero se anuló por fuera de juego, pero el Liverpool no se dio por avisado y permitió el segundo para irse al descanso casi sin opciones de réplica. No lo hubo. Klopp dio por inevitable la primera derrota de esta campaña, guardó a sus delanteros para la cita contra el Sevilla y sus chicos abrieron el paraguas para tratar de que el chaparrón no les empapase. Sin apurar el cambio de marchas volvieron a golear Gabriel Jesús y, también dos veces, Sané. Tres victorias y un empate contemplan al Manchester City en la Premier. En Europa le espera, también el miércoles, un desplazamiento a Rotterdam para enfrentarse al Feyenoord. Queda por ver si entonces estará Ederson a disposición de Guardiola, que quitó hierro al susto del partido. "Mané no le vio venir. No sé si tiene algún hueso roto ni tampoco si quedará más guapo después de esto. Espero que vuelva lo más pronto posible".