Alemania disputará la final del Europeo sub-21 tras derrotar a Inglaterra en los penaltis

En la lotería de los penaltis de un partido de dos caras convertido en una ruleta rusa le ganó la batalla Alemania a Inglaterra. La parada de Pollersbeck al lanzamiento de Redmond metió a los germanos en la final del Europeo, donde ya esperan a España o a Italia. Inglaterra, campeona del mundo sub-20, se quedó a las puertas de aspirar al doblete tras disputar su mejor encuentro en Polonia y haber hecho lo más difícil. Primero, levantar el tanto inicial de Selke; después, resistir sin apenas fuerzas el dominio alemana durante casi una hora.

Llegado lo serio sacó Inglaterra su mejor versión y enseñó un nivel hasta ahora escondido. Las dos victorias y el empate de la primera fase ante tres selecciones de segunda fila fueron demasiado para un equipo que dejó a Redmond, uno de sus referentes, en el banco. No faltaron sus otras dos estrellas, Prowse, interior del Southampton, y Gray, atacante habitual ya este año en el Leicester. A partir de ambos dominaron los ingleses en un arranque en el que Alemania se vio superada en físico y en juego. Solo la falta de puntería en el remate y un par de buenas intervenciones de Pollersbeck privaron a Inglaterra del gol. Los germanos, también sin otro de sus mejores hombres, Dahoud, suplente, intentaban engancharse a arreones. Y en uno de ellos se llevaron el premio que no encontraron los de Boothroyd. Buena internada por la derecha del lateral Tolja y su centro no lo desperdició Selke, tanque recién fichado por el Herta. 

El golpe no afectó a una Inglaterra que reaccionó de inmediato. Sacó el guante a pasear Prowse desde la esquina, una bendición a balón de parado, y en el rechazo, que cayó a los pies de Gray, acertaron por fin los ingleses. El descanso no cambió la tónica y a los cinco minutos de la segunda mitad Abraham, punta del Chelsea que este año se hinchó a goles con el Bristol en segunda, cabeceó una gran jugada de Hughes. Hecho lo más difícil, le faltó físico a Inglaterra para mantener el ritmo y manejar a un Alemania que empezó a crecerse y a coger el balón. Otro cabezazo de su otro delantero, Platte, que entró en lugar de Salke, fue el empujón definitivo para los germanos y la tumba para Inglaterra, sin fuerzas ni fútbol desde hacia un rato. Alemania no pudo concretar su dominio y el partido se fue a la prórroga, donde la pujanza y el esfuerzo inglés llevó el partido a los penaltis. Allí, se lo llevó una Alemania que espera su segundo título.