Diego Costa quiere que el Chelsea lo venda barato

Diego Costa pone sus reglas con la convicción de quien sabe que hará las cosas a su manera o no hará nada. Solo un carácter así explica el tono desafiante con el que se presentó ante las cámaras en La Nueva Condomina el miércoles, tras el amistoso con Colombia (2-2) en el que no jugó. Parecía el villano de un spaghetti western, con la barba de una semana y la sonrisa ladina: “Conte no me quiere; así que el Chelsea me tendrá que vender en las rebajas”.

Costa tiene la certeza de que la situación obliga al Chelsea a venderle barato, y esto mejora sus posibilidades contractuales. También está seguro de que será el nueve titular de España ante Macedonia el próximo domingo. Algunos de sus compañeros más cercanos dicen que el goleador ha dejado claro al seleccionador, Julen Lopetegui, que si no es para ocupar un lugar preponderante en el equipo prefiere que no le convoque. Así lo estableció desde septiembre, cuando comenzó la fase de clasificación para el Mundial de 2018. A los 28 años, el hombre considera que se ha ganado el estatuto de fijo. Como Lopetegui coincide plenamente, la cooperación es recíproca. Costa ha jugado todos los partidos oficiales menos contra Macedonia, por lesión.

Lopetegui entiende que España debe jugar con un punta puro. Cree que es importante compensar así la falta de poderío físico del conjunto. El entrenador se manifiesta con rotundidad cuando asegura que Costa es, de lejos, el mejor nueve a su disposición, dada la juventud de Morata, de 24 años. El delantero del Madrid, según los expertos de la federación, es mejor técnicamente pero todavía le falta desarrollarse.

César Azpilicueta comparte la opinión de su entrenador a la hora de favorecer el empleo del nueve-diana. “Es un tipo de jugador que aporta muchísimo al equipo”, dice el defensa, compañero de Costa en el Chelsea. “Son delanteros con muchísimo gol que aportan mucho trabajo y muchos movimientos. El estilo de España quizás es más de toque que el del Chelsea pero es importante tener un equilibrio, y tener gente en el equipo que pueda buscar soluciones diferentes. Los nueves como Morata o Costa son buenos para defender el balón parado, o para salir rápido. Muchas veces la forma más directa de llegar a la portería es un ataque rápido. Nosotros tenemos la ventaja de poder combinar diferentes estilos”.

La certidumbre de Lopetegui o de jugadores como Azpilicueta contrasta con la opinión de un sector importante de la plantilla de España que prefiere el falso nueve. Esta facción opina que el seleccionador está haciendo un buen trabajo, pero que el equipo ataca mejor con puntas como Iago Aspas. Señalan que lo comprueban en cada uno de los entrenamientos que celebran a puerta cerrada en Las Rozas: Aspas, observan, es “un espectáculo” por su movilidad, desmarques, y su capacidad para generar espacios tocando.

La experiencia de los jugadores del Barça con los nueves típicos no ha sido siempre buena. Como Ibrahimovic, al que consideran el mejor punta para combinar: “Ni con Ibra dejamos de tener la sensación de que chocábamos contra una pared”. Los ataques en espacios reducidos son más complicados con los viejos puntas de referencia. Contra Colombia, Lopetegui probó las dos fórmulas: con Aspas en la primera parte y con Morata en la segunda. En el banquillo permaneció Costa rumiando su declaración postpartido.

Cuentan sus amigos que el día que Del Bosque le dejó fuera de la Euro de 2016 se llevó una decepción tremenda. Tras el sacrificio personal que hizo en 2014 renunciando a Brasil, aquello le reafirmó en su sentido autonomista. Ya ha sufrido mucho por el fútbol. Ahora Diego Costa quiere disfrutar. Y si no, que no cuenten con él.