Real Madrid-Atlético, suspense total
Los solistas del Madrid se miden al coro del Atlético con incógnitas en ambas alineaciones. Será su octavo reto europeo, hasta ahora todos para los blancos con gran intriga
Por la Liga de Campeones de estos tiempos no hay enemigos más íntimos que el Real Madrid y el Atlético. Solo les une la vecindad. Al margen del rotundo palmarés favorable a los merengues, las semifinales de 1959, las finales de 2014 y 2016 y los cuartos de 2015 resultaron de lo más intrigantes, por mucho que el Real se impusiera en las cuatro citas. En la primera ocasión, el Madrid precisó de un tercer duelo de desempate. Luego, necesitó un milagro en el último parpadeo para llegar a un tercer tiempo en Lisboa, un gol de Chicharito en el minuto 88 de la vuelta de cuartos de hace dos años y unos penaltis antes del trono de Milán. Es decir, de bingo en bingo madridista, pero jamás en siete pulsos europeos el Atlético se venció por más de un gol sin prórroga mediante.
Suspense, mucho suspense, es lo que se espera de nuevo en este cruce de equipos con estilos diametralmente opuestos. Los solistas del Madrid frente al coro del Atlético. El mazo de los de Zidane frente al poderoso blindaje de los de Simeone. Los números lo certifican. En esta edición de la Copa de Europa, los madridistas han marcado 15 goles más que los rojiblancos. En cambio, el Atlético, que ha corrido 50 kilómetros más, ha encajado 10 tantos menos. Señales evidentes de cómo funciona cada cual en las áreas. Otra estadística elocuente: el Madrid ha anotado en el Bernabéu en sus últimos 35 partidos de Champions. No se ha quedado seco desde que el Barça ganara 0-2 en abril de 2011. Por su parte, lejos del Manzanares los atléticos han enganchado 15 encuentros sin perder en todas las competiciones. En este periplo, desde que la hinchada del Manzanares brindara por la continuidad de Simeone, el Atlético ha recuperado sus señas de conjunto sacamuelas, cholista hasta el tuétano. Todo un hueso para cualquiera. Incluso para este Madrid con tanto cesto para un equipo A, B o mixto.
Frente a las bajas de Pepe y Bale, el quebradero de cabeza para Zidane es elegir entre tanto recurso. ¿Varane o Nacho? Dos futbolistas sólidos y con graduación. ¿Isco, James, Asensio, Kovacic, Lucas? Cinco jugadores de perfiles diferentes y en gran estado de revista que se alistarían con solvencia en casi cualquier equipo del universo. Como el fútbol es uno de los pocos espectáculos al que el cliente acude sin conocer quiénes serán los protagonistas definitivos, Zidane no dio pistas sobre los sustitutos de Pepe y Bale, los únicos no convocados junto al perpetuo descarte de Coentrão.
Últimos minutos
“No inventaremos nada”, dijo el preparador francés, convencido de que los suyos deben afrontar el choque como si no hubiera reto de vuelta en el Calderón. Contra un adversario que tanto desgasta, mejor un asalto convincente que dos ajustados. Sin muchos cañones, el Atlético no es un conjunto al que le vayan las remontadas. Lo que sí le va de perlas es prorrogar los partidos todo lo posible y penalizar cualquier desliz del rival. Ya lo hizo en el reciente envite liguero en La Castellana. Entonces, aguantó como pudo el fervor de los locales y terminó el choque por encima frente a un Madrid que alterna con demasiada frecuencia fases de aúpa y de descontrol en un mismo encuentro. No es casual que el grupo de Zidane haya conseguido 17 de sus 81 puntos en Liga en los últimos 10 minutos de los partidos, lo que revela una inusual capacidad agonística. En el último derbi fue el Atlético quien le conquistó en el tramo final, lo que también subraya la disposición colchonera para la resistencia.
La jaqueca para Simeone nada tiene que ver con el amplio fondo de armario que tiene su colega Zidane. Al argentino se le han caído las tres piezas para el lateral derecho: Vrsaljko, Juanfran y Giménez. Improvisar con Savic en un costado de la zaga y Lucas como central zurdo parece la solución más previsible, salvo que este último juegue a pierna cambiada por la orilla derecha o el equipo se despliegue con tres centrales. “Puede faltar un futbolista, pero es el equipo el que debe sostener esa falta”, apuntó Simeone, que tampoco anticipó cuál será la solución. En el Atlético, sorna no falta. “Lo mismo le toca a Simeone jugar él en ese puesto”, soltó ayer Godín. El técnico argentino sí que visualizó qué Madrid espera: “Con Isco o James por detrás de los dos puntas o con Asensio en una banda”.
A la espera de cómo maniobre cada entrenador —más suspense—, de un Madrid-Atlético en la pasarela de la Champions solo cabe esperar una trama inquietante hasta el último suspiro, por mucho que hasta la fecha tuviera el mismo desenlace. El viento ha soplado a favor del Real, mientras que el Atlético está a la espera de retorcer su maldita historia en la Copa de Europa. Es su momento. Casi siempre lo es para el Madrid.
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