La paradoja del Madrid

El mejor resumen de la noche en el Bernabéu lo hizo Marcelo. “No sé ni cómo hemos empatado…”, explicó el lateral brasileño al final del partido. El Madrid iba ganando 1-0, se dejó ir y empatar, encajó dos goles (los del 1-2 y 1-3) en tres minutos y alcanzó el empate sobre la bocina tirando de fe y casta. Empató a tres jugando toda la segunda parte con diez. “Hicimos un esfuerzo enorme”, dijo Zidane. Pero la fe, sola, no siempre resuelve los partidos. Cuando concedes tantas facilidades a los rivales y le regalas el balón, no siempre terminas levantando la cabeza, por mucha calidad que tenga y esfuerzo ponga.

El Madrid perdió anoche el liderato, en casa. Llevaba desde la jornada 8 encabezando la clasificación. Ahora va segundo con un punto y un partido menos que el Barcelona. En las últimas cuatro se ha dejado cinco puntos. La paradoja es que el mal momento del equipo ha coincidido con la vuelta de todos los lesionados. El Madrid, que sobrevivió tres meses sin Casemiro y Bale, uno sin Modric, tres semanas sin Kroos, otro mes sin Cristiano y Carvajal, varias semanas sin Benzema, algunas sin Marcelo, ha empezado a dar señales de debilidad. “Carácter tenemos, hemos pasado del 1-3 al 3-3”, dijo ayer Zidane apelando al optimismo. “Lo vamos a luchar, por el bien de todos tenemos que pensar en positivo”, pidió el técnico francés que aseguró ayer que en los últimos tres o cuatro partidos no le están saliendo las cosas como ellos quieren.

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Esos goles suben a 19 si se cuentan todos los partidos disputados en lo que va de 2017. En los primeros 14 partidos de este año, el Madrid sólo ha dejado la portería a cero en cuatro (ida de octavos de Copa contra el Sevilla, Granada, Real Sociedad y Espanyol). Keylor Navas reconoció haber fallado anoche en el gol de Boateng (salió mal y no llegó a despejar el balón). No son sólo los errores del portero, fuera de posición en varias ocasiones, los que están condenando al Madrid. También los desajustes defensivos. Los de arriba (salvo Morata) que no bajan, los centrales que llegan tarde al repliegue, los laterales mal colocados (Marcelo era el único de los cuatro de atrás que estaba con Boateng cuando la contra de Las Palmas), los fallos, muchos últimamente, en los pases.

Sin dominar

El Madrid de Zidane ha alternado partidos de dominio absoluto (contra el Atlético en el Calderón o contra el Sevilla en la ida de los octavos de Copa, por ejemplo) con partidos en los que entrega el mando al rival. En los 40 partidos que lleva esta temporada ha habido 12 en los que los blancos iban ganando y el adversario ha terminado por empatarle o darle la vuelta al marcador.

Contra el Sevilla en la Supercopa el Madrid se adelantó dos veces y las dos le empataron (Carvajal resolvió la final en el minuto 118). Contra el Celta en Liga le empataron a los siete minutos (Kroos marcó el gol de la victoria en el 82). Las Palmas ayer se puso 1-3 tras perder 1-0 y en la primera vuelta le empató dos veces el partido (2-2 final). El Borussia Dortmund empató en diciembre un partido que iba perdiendo 2-0. En Alemania en el partido de ida, el Madrid se puso por delante del marcador dos veces y las dos le empataron. Contra el Athletic empezó ganando, le empataron y Morata anotó el gol de la victoria. Contra el Legia, en Varsovia, el Madrid iba ganando 0-2 y se dejó remontar hasta el 3-2 (Kovacic empató el encuentro en el minuto 85). El Sporting de Portugal también le empató a los blancos en Lisboa cuando iban ganando (Benzema puso el 1-2 en el 86). Contra el Deportivo, los de Zidane empezaron ganando 1-0 y Joselu marcó dos goles en dos minutos. El Madrid terminó ganando con un gol de Mariano en el 84 y otro de Ramos en el 92. El Kashima también se puso 1-2 tras ir perdiendo 1-0. Un triplete de Cristiano le dio el Mundialito al conjunto blanco. En Pamplona el Madrid iba ganando 0-1 y le empataron a los nueve minutos (terminó ganando 1-3).

Contra las cuerdas

El equipo está en una dinámica por la que parece que sólo reacciona y se pone a jugar cuando está contra las cuerdas y no tiene más remedio. Pasó en Mestalla, pasó en el campo del Villarreal y de nuevo anoche contra Las Palmas. Las dos primeras partes de estos dos últimos partidos han sido de las peores del Madrid esta temporada. Pese a las rotaciones de Zidane, el equipo parece cansado. El técnico dice que hay momentos en la temporada en que hay altibajos, que es normal en el fútbol.

Equipo desquiciado y estático

Lo hizo Modric en La Cerámica y lo hizo Kroos anoche contra Las Palmas. A los dos centrocampistas del Madrid se les vio abrir los brazos buscando apoyos, movilidad o algún compañero que tirara un desmarque. Mientras, Cristiano pedía las incorporaciones de Carvajal. El portugués, cansado de los pitos del Bernabéu –los escuchó tras un mal pase en una jugada de ataque del Madrid– se fue cabizbajo al vestuario. En el túnel, antes de que comenzara la segunda parte, se vio a Ramos y Bale intentando animarle. El partido iba 1-1. A la vuelta del descanso los blancos se encontraron con la expulsión del galés y con dos goles encajados en tres minutos.

El Valencia le marcó también dos en ocho y el Villarreal dos en seis. Zidane dice que no tiene la sensación de que el equipo esté desquiciado, pero eso es lo que transmite cuando encaja un gol. Como si perdiera el control. Como si en vez de perder unos puntos estuviesen perdiendo la Liga. Nadie se fía del Barcelona en el Madrid y los jugadores son conscientes de que tendrán que sufrir mucho para ganar esta Liga.