El Espanyol y la defensa “casi perfecta” en el Calderón

El Calderón asistió el sábado a un emocionante partido sin goles. Se elaboró desde la pizarra de dos entrenadores que prefieren controlar los espacios antes que el balón. Hubo ocasiones, dos grandes protagonistas alojados bajo los palos y dos equipos que defendieron muy bien su campo. Pero hubo, sobre todo, unos que se largaron a casa con el orgullo henchido por el trabajo bien hecho. No se lleva uno un empate del Calderón cada día. Suma y sigue el Espanyol, que, además, volvió a dejar su portería a cero. Y van cinco partidos consecutivos (tres victorias y dos empates), desde la novena jornada de Liga.

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Flores en el Calderón

Maldita sea

“Fue un partido intenso y bonito en cuanto al trabajo defensivo del Espanyol, que fue casi perfecto. Nosotros buscamos romper ese bloque. En el segundo tiempo se dieron ocasiones de gol por ambos bandos. Hay que felicitar al rival por su juego. Nosotros nos hemos cansado de ganar partidos así”, declaró Simeone, a quien Quique Sánchez Flores le manifestó personalmente su admiración.

Hace años que el entrenador madrileño trata de imponer el orden en sus equipos. Y eso ha hecho desde que llegó a Barcelona, por necesidad y por principios futbolísticos. Se estrenó en la Liga con un doloroso (6-4) ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. Y encajó 14 goles en las primeras seis jornadas. En la séptima atajó la sangría merced a un fantástico trabajo defensivo del colectivo, lo que significa que lleva ya ocho encuentros sin perder. Además, desde entonces, los únicos tres tantos encajados por Diego López —está a 54 minutos de igualar a Kameni como el portero con más minutos sin recibir un gol, 550— se cuentan todos en la primera parte del Espanyol - Eibar (3-3).

“El partido ante el Sevilla nos hizo mucho daño”, asumía Víctor Sánchez hace poco más de una semana. “Trabajamos el tema defensivo... cómo cerrar con tres jugadores o con cuatro, cómo hacer las vigilancias cuando el equipo ataca”, añadía Javi López. Lo habían trabajado en pretemporada, pero tuvieron que repasar los conceptos al observar que no funcionaba.

“Reforzamos el aspecto defensivo, no solo de la línea de cuatro, sino el de todo el equipo. Debe ser la base de todo proyecto”, concluía David López. Sobre él, reconvertido del mediocentro, y sobre Diego Reyes, otro recién llegado, ha levantado el nuevo técnico españolista el sustento defensivo de su equipo, que se apoya en partidos como el del sábado, por ejemplo, en otro eje duro de roer formado por Javi Fuego y Diop.

Sánchez Flores llegó a hablar de ansiedad, tristeza y presión. Lo advertía en sus jugadores. Ahora, entiende, juegan más liberados. Han interiorizado los conceptos. Y solo falta rematar. Completar ese excelente trabajo con goles. Contra el Atlético estuvieron muy cerca. Pero, si en su portería fue Diego López quien estuvo excelso, en la rival brilló, como a menudo, Oblak.

“Tuvimos nuestras ocasiones y no las metimos, pero el objetivo era cerrar líneas de pase, que ellos no pudieran llegar ahí, y logramos hacer un buen trabajo defensivo”, concedía Jurado en el Calderón. “Estamos viendo como surte efecto todo lo que trabajamos. Y es labor de todos, la mía es parar todo lo que me llegue y la defensa me ayuda mucho”, añadía Diego López. En dos jornadas, después de recibir al Sporting en casa, visitarán el Camp Nou para enfrentarse al Barcelona.