Irene, la inteligencia del Betis

Irene Guerrero, a los 19 años, es feliz siendo la capitana del Betis, que se impuso en esta jornada a la Real Sociedad (0-2). El conjunto andaluz, de los más jóvenes de la categoría, tiene como líder a una jugadora que encuentra en el fútbol el paraíso para ser feliz. Jugando a la pelota, Irene, que estudia Tercero de Educación Física, se olvida de sus problemas. El amor al fútbol le viene de la influencia que ejerció en ella su hermano Jesús, de 25 años. Irene disfrutaba con él viendo vídeos de Zidane y le acompañaba siempre en los partidos que este jugaba. Un día la vio en acción Rafael Gordillo, un mito de la historia del Betis y del Madrid. El actual director de Relaciones Externas del conjunto andaluz se llevó a Irene a jugar a su escuela de fútbol.

“Yo estaba siempre con un balón, pero mi padre no me apuntaba a ningún equipo. Iba a clases de sevillanas, pero lo que me gustaba era jugar al fútbol. Mi padre conocía a Gordillo y este me vio jugar un día. Habló con mi padre y jugué en su equipo dos años, con chicos, hasta que Gordillo me llevó a un equipo femenino, el Híspalis”, narra Irene antes de comer en la universidad el plato que le ha preparado su madre siguiendo las estrictas recomendaciones de los nutricionistas del Betis.

“Mis padres y mis hermanos me apoyan un montón. Mi madre me prepara la comida y suelo comer en la universidad después de las clases. Luego me voy a entrenar”, añade Irene, que tiene un plan de específico de comidas para ganar masa muscular. “Me tengo que poner más fuerte. Otras compañeras tienen planes para perder peso”, aclara. A pesar de su juventud, Irene es la capitana del Betis. El sábado por la mañana, después de estar viajando toda la noche en autobús, el conjunto verdiblanco se impuso 0-2 a la Real Sociedad. Es el triunfo de un amor desmedido por el fútbol.

“El fútbol es mi pasión. Están mis estudios, pero mi vida es el fútbol”, aclara Irene, tan centrada que la entrenadora del equipo, María Pry, le dio el brazalete de capitana. “En algunos aspectos sí puedo decir que tengo madera de líder. El Betis es una familia, que tiene sus reglas, como la unidad y el compromiso, algo fundamental en un grupo”, relata Irene, plenamente integrada en un equipo en el que cumple su quinta temporada.

El conjunto andaluz dio la gran sorpresa la pasada jornada, cuando logró un empate ante el Barcelona en la ciudad deportiva Luis del Sol, de Sevilla. Es un equipo muy joven. De las 20 futbolistas que componen la plantilla, 12 de ellas no superan los 20 años. Conjunto debutante en la Liga Iberdrola, fue fundado en 2011. Su estilo de juego, además, es atrevido y divierte mucho a sus aficionados.

“Somos un equipo muy alegre, jugamos al fútbol con muy poca vergüenza. Mantenemos la posesión de balón e intentamos divertirnos en el campo”, añade Irene, quien suele aprovechar los desplazamientos con el Betis para estudiar. “Me llevo el portátil para hacer trabajos de la facultad”, aclara la capitana del Betis, quien destaca a Joaquín como mejor futbolista de la plantilla del equipo masculino y tenía a Beñat como el último futbolista con características similares a la suya. “Ahora no veo en el Betis a ningún futbolista con mis cualidades”, recalca Irene, quien tiene una foto de Beñat junto a una suya en su habitación.

400 euros de sueldo

Irene vive la realidad de una jugadora de élite en España. Cobra 400 euros al mes y tiene un contrato de trabajo. Algo es algo teniendo en cuenta lo que ocurría hace tan solo unos años, cuando las futbolistas ni siquiera disponían de estas prestaciones. Pero Irene tiene un sueño y por ese sueño trabaja. Desea crecer como futbolista y participar en las Ligas profesionales de países como Suecia, Noruega o Estados Unidos. “En esas Ligas se puede vivir del fútbol. Claro que me gustaría poder jugar allí y vivir de lo que más me gusta”, afirma Irene Guerrero.

“El Barcelona es el mejor equipo de la competición. Me gusta mucho cómo tocan el balón”, aclara la capitana del Betis, quien tiene en Vicky Losada a la mejor futbolista de la Liga española. De los jugadores españoles en activo, Irene se queda con Iniesta. Un lujo de futbolista para esta sevillana que juega con el ocho y que sueña con poder vivir algún día de su pasión y profesión, el fútbol.