Tropieza el PSG, golea el Bayern y la lluvia deja en la caseta al Manchester City

La Liga de Campeones comenzó sin mayores sorpresas, con una igualada en el duelo más destacado y un aplazamiento por inclemencias meteorológicas. En el Parque de los Príncipes empataron (1-1) París Saint-Germain y Arsenal, una mala resolución para el equipo galo, que se puso por delante en el marcador cuando iban 42 segundos de partido. Marcó Cavani con un testarazo tras centro del lateral Aurier y el equipo londinense pasó un calvario hasta que se asentó, consiguió subir líneas y se aproximó con cierto peligro al área de Areola, pero lo hizo sin puntería y quedó a merced de la respuesta parisina. Con el paso de los minutos a los hombres de Emery el partido les dejaba el amargo regusto de perdonar al rival. Tuvieron opciones claras de marcar Di María y el propio Cavani, pero empató Alexis Sánchez a un cuarto de hora del final después de que Areola sacase un remate de Iwobi.

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No concretó su superioridad el PSG y lo pagó ante un rival que pareció atesorar menos potencial, un tropiezo más para el equipo de Unai Emery, que ha sumado apenas un punto de los últimos seis últimos disputados en la competición doméstica, en la que venía de otro empate en casa contra el Saint-Étienne. Tanto parisinos como londinenses pierden para la próxima jornada continental a Verratti y Giroud, que se marcharon expulsados en el epílogo del partido.

El partido entre Manchester City y Borussia Mönchengladbach por el fuerte aguacero que acompañado de aparato eléctrico cayó sobre la ciudad inglesa a lo largo de todo el día y especialmente a la hora del partido. Todo estaba dispuesto para jugar e incluso se habían hecho públicas las alineaciones con tres cambios en el once de Pepe Guardiola respecto al equipo que venció el pasado sábado al Manchester United. Entraban Zabaleta, Jesús Navas y Agüero por Sagna, Nolito e Iheanacho, pero el árbitro holandés Kuipers saltó al césped unos minutos antes del inicio previsto y comprobó que el agua impedía rodar la pelota. La UEFA determinó que el partido se juegue este miércoles al mismo tiempo que el resto de la primera jornada.

En Múnich resolvió el Bayern con solidez ante el debutante Rostov, que apenas resistió 28 minutos hasta que Lewandowski transformó un penalti cometido sobre él. El inevitable Thomas Müller llevó el partido hacia el triunfo alemán en el descuento de la primera parte y dos goles de Kimmich en la reanudación encarrilaron una goleada de récord porque el Bayern llega a las trece victorias consecutivas como local, con rúbrica final de Bernat (5-0)

También empezó bien el Nápoles, otro favorito para pasar a octavos de final. Superó (1-2) una visita a Kiev que se le complicó con un gol de Garmash para el Dynamo poco antes de la media hora de juego, pero al descanso ya había remontado gracias a dos cabezazos de Milik. El polaco llegó para suplir la marcha de Higuain a la Juventus y rinde, lleva cuatro goles en cuatro partidos. Ya en ventaja los italianos gestionaron el tiempo y se beneficiaron de la expulsión de Sydorchuk a veinte minutos del final. En ese grupo el Benfica tenía el partido ganado sobre el Besiktas en Lisboa gracias a un gol del argentino Cervi, un mediapunta que ha dado el salto a Europa este verano procedente de Rosario Central, pero en la prolongación embocó por la escuadra un libre directo Anderson Talisca, un futbolista cedido por el Benfica al equipo turco, y firmó un empate agónico (1-1) para el Besiktas.

Basilea y Ludogorets empataron (1-1) en terreno suizo y allanaron el camino para Arsenal y PSG los dos equipos a batir en su grupo. Adelantó Cafú al equipo búlgaro, que sólo alineó a dos futbolistas de esa nacionalidad. E hizo tablas a once minutos del final Renato Steffen en un partido en el que los locales perdieron por lesión a Marc Janko, su referencia ofensiva.