Italia se presiona con el pasado, Alemania e Inglaterra lo dejan atrás con sendos triunfos

“Me siento acosado. ¡Basta ya de comparaciones con el pasado!”, clama Giampiero Ventura. Al seleccionador italiano le molesta que le hablen continuamente del ciclo finalizado de Antonio Conte y de las buenas prestaciones del equipo en la pasada Eurocopa. La derrota contra Francia en el amistoso de Bari le ha puesto sobre una inopinada presión ante su debut en partido oficial. Y ganar en Haifa a Israel no es sencillo para nadie. Allí le espera un debut esta noche sin De Rossi y Belotti, delantero del Torino al que conoce bien el nuevo seleccionador, que se pierden el partido por lesión. Pero Verratti ya está disponible respecto al equipo que jugó el último campeonato en tierras galas y Bonucci, el líder de la zaga que había pedido permiso para no atender esta convocatoria por motivos familiares, se ha apuntado a la cita en Haifa. Italia se presiona para no fallar porque en octubre recibirá a España y viajará a Macedonia. Y solo el primero de un grupo que completa Albania, otro hueso, accederá de manera directa al Mundial.

Más información

Kosovo, la nueva frontera del fútbol

En ruta hacia Rusia

En Cardiff quiere iniciar su camino hacia el Mundial el País de Gales sin Ramsey, que se pierde el partido por lesión. Recibe a la débil Moldavia con el ánimo elevado y la exigencia del técnico Chris Coleman. “Quiero más”, pide el ex entrenador de la Real Sociedad. Son ahora el equipo a batir, con futbolistas en el foco, más allá de Gareth Bale. Su inolvidable Eurocopa ha deparado nuevos destinos y sustanciosos contratos a futbolistas como el capitán Ashley Williams, que dejó el Swansea por el Everton, previo acuerdo por 16 millones de euros. Otro zaguero, Chester, le costó al Aston Villa 11 millones. Joe Allen se fue al Stoke desde Liverpool por 17 millones y Robson-Kanu, que había acabado contrato con el Reading en la Championship y no tenía equipo durante su eclosión en campos franceses fichó por el West Bromwich para dar el salto a la Premier. Con todo, no lo tendrá sencill Gales. Serbia e Irlanda, que se cruzan hoy en Belgrado, también opositan a llegar a Rusia, en especial los serbios, que empiezan a poner en juego una interesante hornada de futbolistas, campeones del mundo sub-20 hace poco más de un año. Austria también quiere llegar al Mundial y empieza su camino en Georgia.

Croacia recibe en Zagreb a Turquía, que ha prescindido de convocar a Arda Turan, en un partido que se disputará a puerta cerrada

En Zagreb vuelven a verse las caras Croacia y Turquía, que ya fueron rivales en el grupo de España en la última fase final de la Eurocopa. Entonces ganaron los balcánicos tras exhibición de Luka Modric. Ahora los croatas deben iniciar el camino hacia el Mundial con la losa de jugar por el mal comportamiento de sus aficionados sus dos primeros partidos a puerta cerrada, el de hoy y el del 12 de noviembre contra Islandia. Entre medias tendrán dos visitas, una de ellas nada cómoda porque le espera Kosovo. Turquía viajó sin Arda Turan, que no ha sido convocado. “Es mi elección. No es un tema personal. Los jugadores que se quedan fuera volverán cuando las condiciones sean las adecuadas”, se defiende Fatih Terim, que deslizó duras críticas al jugador del Barcelona por su rendimiento en la Eurocopa. Los turcos sólo han jugado dos Mundiales, el de 1954 tras el episodio de la mano inocente de Franco Gema, el bambino que sacó su nombre y no el de España del interior de un trofeo para darles el pase en un desempate insólito, y el de 2002, cuando fueron terceros con Terim al mando. Y tienen complicado volver en un grupo muy cerrado que completan Ucrania, Islandia (se enfrentan hoy en Kiev), Finlandia y Kosovo.

No vio puerta en la Eurocopa, le laminaron las críticas y ayer regresó. Volvió Thomas Müller, marcó dos goles a Noruega en la victoria de Alemania (0-3), que le echaba de menos. “Hubiera estado bien que los marcase también en la Eurocopa”, bromeó al final del partido Joachim Löw, que calificó la actuación de su delantero como un alivio. “Para él y para nosotros”. Es el séptimo doblete del jugador del Bayern con la selección, donde ya suma 34 goles y 30 asistencias (en Oslo sumó una más para habilitar a Kimmich) y ha conseguido entrar entre los diez mejores realizadores de toda su historia. República Checa e Irlanda del Norte, las otras dos selecciones del grupo C que estuvieron en la Eurocopa, empataron (0-0). Se antoja un camino complicado para los checos tras el adiós al equipo de Cech, Plasil, Lafata y Hubnik

Más apuros pasó Inglaterra para ganar en Eslovaquia (0-1), pero la manera en que festejó el gol, logrado en el quinto minuto de la prolongación, delata la necesidad de un equipo en el que se alinearon de inicio ocho de los futbolistas que fueron titulares en el reciente fiasco contra Islandia en la Eurocopa y dos más salieron durante el partido. Marcó Lallana tras una hábil maniobra en el área cuando Eslovaquia ya remaba con el viento en contra, disminuida por la expulsión de Skrtel con más de media hora por jugar. Sam Allardyce también empleó al final la palabra alivio mientras atendía a la pregunta de moda en las islas, la que inquiere dónde debe jugar Rooney. “Donde él quiere”, respondió Big Sam. En la doble fecha reservada para las selecciones la segunda semana de octubre, Inglaterra recibirá a Malta y viajará a Eslovenia, que recató un punto con dos goles al final del partido en Lituania (2-2) con dos remates de cabeza, el primero de ellos obra de Khrin, el centrocampista del Granada, el segundo del central Cesar sobre la bocina.

En el grupo más abierto, el que lidera como cabeza de serie Rumania, la jornada fue positiva para Dinamarca a pesar de lograr como local un apurado triunfo (1-0) sobre Armenia tras un gol que anotó Erikssen, pero que nació de un taconazo genial de Viktor Fischer, un talento que reclutado por el Middlesbrough procedente del Ajax. Fue el primer fichaje de Karanka tras el ascenso a la Premier. Les bastó a los daneses para salir bien parados porque todos los demás rivales del grupo empataron. Lo hicieron Rumania y Montenegro (1-1) en un final agónico en Bucarest porque marcaron los locales a falta de cinco minutos, empató Jovetic casi de inmediato y en la última jugada de partido un absurdo penalti le pudo dar la victoria a los locales, pero Stanciu chutó por encima del larguero. Más inesperado todavía fue el tropiezo de Polonia, que se dejó remontar en seis minutos los dos goles con los que lideraba el partido sobre la hierba artificial de Kazajstan (2-2). Milik envió dos balones al poste.