El City, un nuevo reto en la vida de Claudio Bravo
El portero chileno, después de dos temporadas, deja el Barcelona y se suma al equipo de Guardiola
“Aquí tengo un joven golero que tiene el nivel para el Barça, se llama Claudio Bravo”, le dijo en el año 2000 Julio Rodríguez, entonces entrenador de porteros del Colo-Colo de Chile, a su amigo y homólogo Frans Hoek, cuando todavía trabajaba en el Barcelona con Louis Van Gaal. “Y aquí tenemos a dos cracks, acuérdate de lo que te digo, son Víctor Valdés y Pepe Reina”, le contestó Hoek. Habían pasado 14 años desde aquella charla, vía teléfono, entre los dos colegas, cuando Bravo aterrizó en el Barça con la misión de reemplazar a Valdés bajo el larguero del Camp Nou. Nadie se inmutó con el cambio. Ahora el chileno tiene un nuevo desafío: la Premier. Lo espera el City. Necesita Pep Guardiola un guardameta con carácter y bota fina.
La carrera de Bravo estuvo marcada por su incansable superación personal. Primero rechazó los malos augurios de sus detractores en el Colo-Colo (decían que era muy bajito para ser portero), luego ninguneó sin complejos a la angustia, que estaba latente en el Camp Nou, de sustituir a Valdés. Con Luis Enrique al mando, se ganó la portería del Barcelona. Pero, solo en la Liga. Y el chileno, como siempre, quiere más. Busca ser el guardameta del City; no de la Premier, ni de la Champions o de la FA Cup. A sus 33 años, aspira a defender la portería a tiempo completo. En el Barça, con excepción de Luis Enrique, nadie está preocupado. Tienen a Ter Stegen.
El asturiano no lleva muy bien el adiós de Bravo. Él lo pidió cuando llegó al Barça en la temporada 2014-2015, él lo necesitaba para fomentar la competencia. Con la camiseta azulgrana, Bravo disputó 75 partidos, encajó 43 goles y salvó 157. “Claudio tuvo un rendimiento extraordinario”, aseguró el director deportivo, Robert Fernández. “Llevábamos bastante tiempo tratando de alargar su contrato, pero él nos trajo una oferta y nos dijo que no quería prolongar su vínculo”, añadió Fernández, que aseguró que esta semana habrá novedades respecto del portero que reemplazará al chileno, seguramente será Cillessen, meta del Ajax.
Bravo ya vació su taquilla en la Ciudad Deportiva. Ayer se despidió de sus compañeros y Luis Enrique le dio permiso para no entrenarse. Se lleva ocho copas, el cariño de la afición y una foto familiar. El sábado antes del partido contra el Betis, sus cuatro hijos posaron junto a él en el Camp Nou. Instagram ya lo tiene en su archivo. Ahora, lo espera el City. Un nuevo reto en la vida del chileno.
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