La diferencia estuvo en el 9
El equipo azulgrana supo defenderse en el primer tiempo para resolver el partido en el segundo
El Barça es un equipo hecho y mejorado, y el Sevilla está por hacer, una diferencia capital cuando se juegan títulos en plena pretemporada como son las dos Supercopas. Los andaluces se batieron estupendamente durante media parte para acabar 0-0 mientras que los azulgrana tomaron el mando en el segundo tiempo y resolvieron con dos jugadas estupendas: el pase en profundidad de Denis Suárez, la asistencia con el pecho de Arda y el remate de Luis Suárez resultaron tan deliciosos como la asistencia de Messi para Munir.
El hilo conductor del Barcelona de Luis Enrique sigue siendo Luis Suárez. El uruguayo ya ha marcado en todas las competiciones después de anotar también ayer en Nervión. El Sevilla por el contrario no tiene a un 9 después de la partida de Gameiro y la llegada de Vietto, que se negó a ser el cuarto delantero del Barcelona. A día de hoy, el plantel de Sampaoli es una encantadora serpiente que no pica suficientemente para matar a rivales de la categoría del Madrid y el Barcelona. Al plantel le falta veneno para rematar las tareas bien intencionadas del técnico que hizo campeón a Chile.
Hasta el descanso se sospechó del mejor Barça. Aún no ha completado la plantilla y, de momento, tira con Arda, más delantero que volante, como se vio en el 0-1. Ya es sabido además que los laterales siempre han llevado a mal traer al equipo y, después del traspaso de Alves y la lesión de Jordi Alba, hay ciertas dudas sobre Aleix Vidal y mucha responsabilidad para el eficiente Sergi Roberto. Y, en plena pretemporada, los futbolistas no tienen la velocidad, la finura y la fluidez necesarias, para mandar sin concesiones ante rivales que presionan tan bien como el intenso Sevilla. Ayer jugaron media parte a remolque del rival, del partido y de los acontecimientos después que se lesionaran Mathieu e Iniesta. Los azulgrana estuvieron mucho rato sin balón, y por tanto sin posesión, sometidos por los valientes muchachos de Sampaoli.
Los azulgrana estuvieron mucho rato sin balón, y por tanto sin posesión, sometidos por los valientes muchachos de Sampaoli
Y, sin embargo, no penalizaron sino que compitieron con el oficio y los recursos de un equipo que ha ganado mucho banquillo y ya no le importa defender cerca de su portero, bien estructurado a partir de Piqué y Mascherano. El Sevilla fue un equipo chato, poco profundo, cuando tuvo el balón y empujó al Barça. Los azulgrana, en cambio, fueron más verticales y se orientaron muy bien a partir de Messi. Exigidos físicamente por sus últimos partidos, los andaluces reventaron y sin el cuero no defendieron como el Barça. No es fácil pasar de Emery a Sampaoli, la noche y el día, mientras el Barça se recrea alrededor de Messi.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.