El Real Madrid inaugura la pretemporada con una derrota ante el PSG en Ohio
Los blancos caen goleados ante el conjunto de Emery tras completar una mala primera parte
En Ohio, en el primer partido del Real Madrid esta pretemporada, en ese torneo denominado International Champions Cup, se vieron multitud de equipos al mismo tiempo. El público que abarrotaba el tercer estadio de fútbol americano más grande de Estados Unidos pudo ver una versión relativamente parecida del equipo que ganó la última Liga de Campeones, al campeón de Francia sin algunas de sus mejores alhajas, y al Madrid Castilla en todo su esplendor. Lo curioso es que el PSG de Unai Emery superó con relativa facilidad al rival más fiero, y sufrió de lo lindo con el aspirante menos engalanado. De todas formas, las conclusiones que se desprenden de este tipo de partidos son más individuales que de grupo, pues es ahora cuando los jugadores luchan por defender una plaza y no una parte del todo. El resultado, 1-3 para el PSG de Emery -los cuatro tantos en la primera parte-, se correspondió sólo con lo ocurrido en un primer acto no muy aplaudido por Zidane.
REAL MADRID, 1 - PSG, 3
Real Madrid: Casilla; (Yañez, m. 46) Danilo (Carvajal, m.46), Nacho (Lienhart, m. 46), Varane (Tejero, m. 46), Marcelo (Achraf, m. 46); Kovacic (Llorente, m. 46), Isco (Febas, m. 46), Casemiro (Enzo Zidane, m. 46); Lucas Vázquez (Asensio, m. 46), Jesé (Odegaard, m. 46), Morata (Mariano, m. 46).
PSG: Trapp; Aurier, Thiago Silva (Meunier, m. 11), Kimpembe, Kurzawa (Maxwell, m. 68); Callegari, Rabiot (Georgen, m. 68), Pastore (Di María, m. 46), Lucas Moura (Nkuku, m. 68); Ikoné (Stoumbuli, m. 46), Cavani (Ben Arfa, m. 68).
Goles: 0-1. M. 2. Ikoné. 0-2. M. 34. Meunier. 0-3. M. 39. Meunier. 1-3. M. 44. Marcelo, de penalti.
Árbitro: Hilario Grajeda. Amonestó a Thiago Silva, Aurier, Kurzawa, Stambouli.
Unos 100.000 espectadores en el Ohio Stadium.
En la libreta del francés, que la tendrá, porque todos los entrenadores tienen una, habrá señalizado en rojo, o amarillo, depende de sus preferencias cromáticas, que su defensa demuestra, además de las vulnerabilidades propias de la falta de ritmo competitivo tan típicas de la pretemporada, algún que otro problema a la hora de hacer frente a rivales con notable brío físico. Vale que en el encuentro ante el PSG ni Ramos ni Pepe formaron parte de ella, pero Danilo y Marcelo sí serán habituales de una parcela que debe mantener un porcentaje de éxito elevado si quiere construir de nuevo un equipo ganador. Fue especialmente el ex del Oporto quien se mostró más lejos del nivel esperado, lo que en las entrañas del Bernabéu genera de nuevo esa sensación de malestar que la temporada pasada desembocó en más de una pitada en su contra. Su paisano, por el contrario, volvió a rendir en ataque y a mostrarse, de nuevo, como mejor solución ofensiva llegada desde atrás.
Con Casemiro ejerciendo de salvaguarda, o de sereno de su equipo, ni Kovacic ni Isco se bastaron para impedir que Moura o Meunier se asomaran a menudo por la portería de Casilla. Sin Kroos y Modric, a quienes Zidane considera indiscutibles, la batuta ofensiva del Madrid recayó en Ohio en Isco. Alborotador y escurridizo como es, el malagueño descabalgó por momentos a un PSG de piñón fijo, al que se le advirtió continuamente una velocidad más en su bicicleta. Si acaso Morata, titular junto a Jesé en la punta del ataque en un 4-4-2 algo elástico, demostró que sus movimientos -caídas en banda, juego de espaldas- no son necesariamente incompatibles con los de Benzema, a quien se le presupone por delante en las preferencias de Zidane.
El gol de Ikoné nada más comenzar el partido -se marchó de Lucas Vázquez, Danilo, Casemiro y Kovacic con asombrosa facilidad-, y el doblete de Maurier, que saltó al campo en sustitución de Thiago Silva, evidenciaron la falta de sincronía de la defensa blanca. Marcelo, desde el punto de penalti, recortó diferencias antes del descanso. Tras él, Zidane cambió al once al completo, dando entrada a todo ese sector de meritorios que ha incluido en la gira americana. De entre todos ellos destacaron Asensio, Marcos Llorente y Mariano. El primero fue quien más protagonismo tuvo, llegando a generar las mejores ocasiones en ataque del Madrid por ambos costados. Tocaron bien los blancos lo que provocó un incremento exagerado en la contundencia del PSG, que llegó a recibir los pitos del estadio por su pasividad.
El partido, el segundo de la noche, acabó tal y como empezó el primero, lo que para los 11 secundarios supuso algo a celebrar. De hecho, es probable que si los 45 minutos aparecen en rojo en el bloc de notas de Zidane, los segundos lo hagan en verde. Aunque a los cuadernos de verano después no se les haga demasiado caso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.