El Leicester rescata un empate ante el West Ham y mantiene vivo el sueño

A estas alturas, en su camino hacia el sueño de la Premier League, al Leicester ya le empujan valores que trascienden de lo futbolístico. Apunta el alquimista de toda esa magia, Claudio Ranieri, que se trata de “sangre, corazón y alma”. Con esas armas rescató uno de los tres puntos que se le esfumaban en una tarde de vaivenes ante el recio West Ham United, que pelea por acabar quinto y entrar en competición europea. El Leicester empató (2-2) en el minuto 95, de penalti que pareció injusto, un partido que se le escapaba. “Un punto psicológicamente muy importante”, resumió Ranieri. Ocho son los que le separan ahora del Tottenham, que ha disputado un partido menos. Los Spurs se ponen a la par mañana (21 horas, Canal +Fútbol y BeIN Sports) con una dura visita al campo del Stoke City. Una vez más el Arsenal, que tiene pendiente un partido aplazado que jugará el próximo jueves contra el West Bromwich, mostró su flojera en cuanto se le muestra el camino de la cima: empató en su estadio ante el Crystal Palace(1-1) y cede la tercera plaza al Manchester City, ambos a trece puntos de la cabeza.

 El Leicester se complicó un partido que había encarrilado. Su goleador Jamie Vardy, el máximo realizador del campeonato junto a Harry Kane, estuvo en el ojo del huracán. Primero marcó un gol que retrató al Leicester, una escuadra que interpreta de manual las transiciones ofensivas y que, con un saque de puerta con la mano, inició una contra en la que la pelota fue de la banda al medio para que Kanté, pleno de potencia, rompiese líneas en conducción y habilitase la zurda del delantero en un visto y no visto.

En ventaja, el Leicester llevó el partido con cierta tranquilidad, la propia de un equipo que no había recibido gol en sus últimos cinco partidos. Pero Vardy, que ya cargaba con una tarjeta amarilla, cometió el error de dejarse caer en el área en un forcejeo con el central Ogbonna, vio la segunda amonestación y dejó en inferioridad numérica al líder con media hora por jugar. El West Ham, que no tuvo excesiva claridad, remontó en dos minutos sin que apenas quedase tiempo para la respuesta. Marcó Carroll en el 84 tras un penalti cometido por Morgan y casi sin solución de continuidad Cresswell embocó un disparo lejano por la escuadra.

Entonces por el King Power Stadium se desparramó “sangre, corazón y alma”. Apretó el Leicester, que forzó un penalti sobre Huth que dejó pasar el árbitro. Señaló por contra otro más que dudoso en una internada del suplente Schlupp. El argentino Leo Ulloa, otro habitual reserva, se fue sobre la pelota y, cinco minutos sobre la hora, no tuvo dudas. Con pasado en España con Castellón y Almería, donde fue máximo goleador de Segunda División en 2012, Ulloa aseguró después que no sintió la presión. El Leicester remató cinco veces a puerta y dejó su estadística de saques de esquina a cero. El West Ham remató en dieciocho ocasiones y tuvo un 57% de posesión. Pero la igualada no fue un resultado injusto.