A Carlos Vela se le congela la sonrisa

Carlos Vela tiene facilidad para caer bien a la gente, no así a la prensa. No hay compañero de equipo que hable mal de un jugador al que describen como risueño y divertido. Del otro lado es difícil encontrar referencias similares. En el campo bromea habitualmente y empatiza pronto con todo aquel que le rodea. Sin embargo, después de su última aventura nocturna en la que se escapó a Madrid para ver un concierto de Chris Brown y no apareció en el entrenamiento de la mañana siguiente alegando problemas gastrointestinales, los ánimos andan algo revueltos con el mexicano. "Son escenas que no son del agrado de ninguno. Hemos hablado con él y nos ha mostrado su arrepentimiento y su tristeza, y nos ha dicho que si pudiese echar el tiempo atrás, no lo repetiría. Dice que va a acatar la decisión del club y del entrenador, y entiende que los jugadores estemos disgustando con él", aseguró ayer Xabi Prieto, capitán de la Real Sociedad.

Quienes le conocen bien confiesan que no les sorprende su actitud. Vela (Cancún, 27 años) siempre ha sido un hombre con más inquietudes que el fútbol. De hecho, le gusta más el baloncesto, aseguran. De ahí que no sienta ninguna necesidad de estar todo el día conectado con el balón. Rara es la vez que una vez en casa ve algo de fútbol en la televisión o se interesa por los resultados de la jornada. Aunque seguramente el episodio que mejor describe la frialdad de su sentimiento futbolero tuvo lugar en 2014 cuando con todo el país suplicándole -al menos un porcentaje mayoritario- que acudiera al Mundial, dijo que no, que no le interesaba.

Seguramente esa apatía por el fútbol tenga que ver con la frustración que sintió en Inglaterra", aseguran desde su entorno

Que un jugador con 25 años, en su plenitud futbolística, con el puesto asegurado y el seleccionador entregado a la causa, diga que no quiere ir al Mundial de Brasil demuestra que a Vela se le ocurren unas cuantas formas más entretenidas de disfrutar del verano, y que no se llevan a cabo en un campo de fútbol.

"Seguramente esa apatía tenga que ver con la frustración que sintió en Inglaterra", aseguran desde su entorno. Vela fichó por el Arsenal en 2006 por tres millones de euros. Sin embargo, su periplo como gunner tuvo tantas salidas que acabó por desanimarlo. Se fue cedido al Celta, Salamanca, Osasuna, West Bromwich Albion y Real Sociedad, hasta que el conjunto txuriurdin decidió comprarlo por 15 millones de euros en 2012 en el que hasta la fecha ha sido el segundo fichaje más caro de la entidad tras el de Illarramendi la temporada pasada (16 millones).

A Vela se le congela la sonrisa

En las cinco temporadas que Vela lleva en la Real ha marcado 61 goles y ha repartido 39 asistencias en 186 partidos. Unos números que han relucido especialmente en la temporada 2013-2014 donde anotó la que es su mejor marca hasta la fecha: 21 goles en 52 partidos. "Parece que ya está aburrido de San Sebastián. De hecho, es muy probable que busque una salida en verano y todo apunta a que será a Estados Unidos", adelantan quienes más le conocen. Semejante salida no resulta disparatada teniendo en cuenta que allí, en Los Angeles concretamente, vive ahora Giovani Dos Santos, uno de sus amigos íntimos y con quien comparte multitud de imágenes en las redes sociales. El exjugador del Villarreal cobraría, según las cifras que se manejan, alrededor de 5,5 millones de euros, números que se acercarían a los que el cancunense podría manejar en caso de aterrizar en la MSL.

Por el momento Vela realizará "trabajo específico", lo que viene a ser entrenarse solo, y está por ver si entrará en la convocatoria para el partido del sábado que la Real disputará ante el Celta en Balaídos (18.15, C+Liga). Lo que está claro es que después del castigo (que podría llegar a los 200.000 euros) volverá a sonreír aunque quizás no encuentre demasiados gestos cómplices de vuelta.