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El Leicester tropieza y da a sus rivales la ocasión de recortar distancias

El equipo de Ranieri empata en casa contra el West Bromwich, sus perseguidores afrontan complicadas citas para completar la jornada

Okazaki remata de cabeza.
Okazaki remata de cabeza.Darren Staples (REUTERS)

El Leicester ha llegado a las puertas de la gloria como un equipo pequeño, pero deberá abrirlas como un grande. El West Bromwich Albion así se lo exigió, le esperó atrás, le cedió el control de la pelota y le invitó a hacer un fútbol que no acostumbra. No se arrugó el equipo de Ranieri, que tomó la pelota y se aprestó a ganar el partido desde su manejo. A la postre se subió a un carrusel, se vio de inicio en desventaja, remontó antes del descanso, le empataron, envió dos testarazos al larguero y el nuevo milagro de Leo Ulloa se paseó por la línea de gol en una última oportunidad marrada que acabó por firmar unas tablas (2-2) que dejan al Leicester a expensas de Sus perseguidores.

Estos vieron el partido por televisión y tienen la oportunidad de recortar distancias, pero puede también que este miércoles por la noche el punto acabe por ser bueno para los de Ranieri porque el Manchester City visita al Liverpool, el imprevisible Arsenal recibe al incómodo Swansea y el Tottenham acude al feudo del emergente West Ham United. Con todo, si vencen los Spurs habría empate en la cabeza de la tabla.

El Leicester pudo ganar. Debió hacerlo, pero le faltaron fortuna y recursos. Ya se sabe que tampoco le sobran estos últimos, de ahí el encanto de su victoriosa modestia. Ocurre que el estado de ánimo le empuja hacia más allá de sus límites. No le importó que Rondón marcase a los diez minutos para el WBA, una muy mala noticia para el líder porque sirvió para que su equipo redoblase su órdago. Todo pasa por el tamiz de lo contemporáneo, pero al West Bromwich le adornan bastantes de las condiciones del fútbol británico de toda la vida. Ahí está Tony Pulis en el banquillo para salvaguardar esencias, también para extraer rendimiento, que en eso es un maestro. Sus equipos le dan dolor de cabeza al más pintado, no iba a ser menos el Leicester.

Visto el cerrojo, apenas aliviado en algún tramo de la segunda parte, el Leicester empujó como si no hubiera mañana, encerró a su rival y le hizo pagar por dar tantos pasos hacia atrás que pagó tanta prudencia. Acostado en su área como todo el equipo, el zaguero Olsson tocó de manera involuntaria con la punta de la bota un disparo lejano de Drinkwater y lo envenenó hacia su propia escuadra. Fue un empate con fortuna en la resolución, pero con un mensaje del líder: iban a percutir hasta derribar. Y faltaba por llegar Mahrez, un talento descomunal. Tanto que hasta parece un lujo para el Leicester que no entre más en acción, constreñido a esperar balones cerca de la línea de cal.

Genialidad de tacón

El Leicester mejoró cada vez que Mahrez tocó el balón. Y no necesitó amasarlo en sus pies. Con un taconazo abrió el camino para poner a su equipo en ventaja, una genialidad que dejó ante el gol a King, el sustituto en la medular del industrioso y lesionado N’Golo Kanté. Llegó a esa catarsis en el último minuto de la primera parte, pero el King Power Stadium transitó hacia el anticlimax en la reanudación con un libre directo embocado de manera magistral por Gardner. Decayó el Leicester con el golpe, pero pronto se rearmó para encerrar de nuevo a su rival. Lo hizo Vardy, que juega con sangre en el ojo y no da un balón por perdido. Pero no logró marcar. Nada se le puede reprochar al Leicester, nada se le puede discutir a quien entrega todo lo que tiene.

En el resto de los partidos disputados en la primera parte de la jornada 28 de la Premier League, el Chelsea confirmó su buena racha de resultados con una victoria (1-2) en casa del Norwich. Marcó Kenedy en el primer minuto y Diego Costa justo antes del descanso. No hubo minutos para Alexandre Pato, que esperó turno en el banquillo. El Norwich se mete en puestos de descenso porque el Sunderland rescató un punto en casa contra el Crystal Palace (2-2) gracias a un gol en el descuento de Fabio Borini.

A ocho puntos de la quema se sitúa el Bournemouth tras una valiosa victoria ante el Southampton (2-1), mientras que justamente ocho puntos por debajo está el histórico Aston Villa, que parece tener casi segura una plaza para jugar la campaña que viene en la Championship. Ayer cedió en Villa Park frente al Everton (1-3).

Calendario del Leicester hasta el final:

Watford (fuera), Newcastle (casa), Crystal Palace (fuera), Southampton (casa), Sunderland (fuera), West Ham (casa), Swansea (casa), Manchester United (fuera), Everton (casa), Chelsea (fuera).

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