Entre Serena y Graf está Kerber

La ecuación es así de simple: para que Serena Williams cumpla su deseo, es decir, iguale la marca de 22 grandes que posee Steffi Graf desde 1999, tan solo hay un paso: Angelique Kerber. La número uno despachó a la polaca Agnieszka Radwanska (6-0 y 6-4 en 64 minutos) y deberá batir a la alemana (7-5 y 6-2 a Johanna Konta) en la final que disputen ambas en Melbourne. Por lo tanto, está a eso, un solo paso, de dar caza a Graf y sacarse la espina del curso pasado, tan dolorosa que le hizo renunciar a la recta final del curso después de su caída en Nueva York ante Roberta Vinci y no poder completar el póquer de majors.

Serena, de 34 años, estará por séptima vez en la final del Abierto de Australia. Ganadora de las ediciones de 2003, 2005, 2007, 2009, 2010 y 2015, la estadounidense accedió con un recital ante Radwanska, la actual maestra del circuito femenino. Dejó a la polaca grogui con un primer set demoledor, resuelto en tan solo 20 minutos, con 24 golpes ganadores (de los 42 que consiguió). En el segundo levantó algo el pie del acelerador, pero se lo adjudicó sin ningún apuro prácticamente.

Al final, números incontestables: solo cedió tres puntos a Radwanska con primeros servicios (23/26), le cercó desde la red (22/25) y materializó cinco de las seis posibilidades de break que tuvo. "Físicamente me siento mucho mejor y mentalmente necesitaba ese descanso después del US Open, pero no pensaba que estaría bien tan rápido", admitió Williams, finalista de un Grand Slam por 26ª ocasión; "todo el mundo estaba nervioso por mí, porque estuve cuatro meses sin jugar, pero este es un gran año para mí y quiero hacerlo lo mejor posible".

Será la primera final de un grande para Kerber, que en los cuartos se deshizo de Azarenka

El escollo hacia su gran objetivo será Kerber, una magnífica tenística, completa y agresiva. La número seis de la WTA eliminó a Johanna Konta, la primera británica que alcanzaba las semifinales de un grande desde hacía 33 años (Jo Durie, 1983). Con doble nacionalidad (nació en Australia), entrenada por Esteban Carril y Manuel García, afincada en Gijón y cincelada en la academia de Emilio Sánchez Vicario, en Barcelona, guerreó con Kerber durante una hora y 22 minutos. Pero no pudo con la solidez de la alemana, que solo cometió seis errores no foRzados (frente a 18) y pegó mucho más fuerte (29 winners, por 18).

Después de superar en cuartos a una de las grandes favoritas, Victoria Azarenka, afronta ahora el más difícil todavía: Serena. "Estaré lista pase lo que pase", concluyó Kerber, cuya meta más elevada hasta ahora en un gran torneo habían sido las semifinales del US Open (2011) y Wimbledon (2012).