David Bettoni, la sombra de Zidane
El técnico del Madrid no quiso tener a un segundo entrenador por fidelidad a Bettoni, su amigo desde los 16 años que carece de licencia "Siempre ha estado a mi lado y me aporta muchas cosas", dice
En Mimont, centro juvenil del Cannes, se conocieron Zinedine Zidane y David Bettoni. Era 1988, Zidane tenía 16 años y Bettoni 17. El Cannes no tenía una residencia para sus canteranos y los jugadores compartían piso en el barrio de Mimont. En ese barrio, por cierto, Zidane conoció también a su mujer, Verónica, que por entonces era bailarina y que nunca más se separó de él.
“Bettoni necesitaba un bidé para lavarse los pies y el piso de Zidane era el único que tenía uno. Así empezó la amistad entre ellos”, contaba hace poco al diario L'Equipe Mickaël Madar, delantero francés que jugó en el Cannes y al que ahora dirige como técnico. Madar hizo el curso de entrenador junto a Bettoni en 2005.
El ayudante de Zidane se sacó el diploma de entrenador de segundo grado; algo que no le vale en España para sentarse en el banquillo como segundo. De hecho, para que acompañara a Zidane en el debut contra el Deportivo, el Madrid le tuvo que inscribir como encargado del material. Esto le impide dar indicaciones a los jugadores o al propio Zidane.
“Conmigo trabajarán 3-4 personas de confianza, ese será mi equipo de trabajo. No vamos a buscar un segundo entrenador”, aclaró Zizou el día de su presentación como técnico del primer equipo. El club le propuso que Santiago Solari —ahora al mando del Juvenil A— fuera su segundo pero el francés dijo que no, que él tenía a su propio grupo de trabajo y que con ellos iba a empezar esta aventura.
“Primero no me van a expulsar; y segundo tenemos a Chendo que tiene titulo de segundo entrenador”, contestó ayer Zidane cuando le preguntaron quién se encargaría del equipo en el caso de que el árbitro le expulsara. Chendo, que es el delegado del equipo, tiene la licencia UEFA Pro (la más alta). Bettoni, según el reglamento, no puede dar instrucciones a los jugadores durante los partidos. Sí lo hizo, por ejemplo, el día del Deportivo cuando le enseñó unas hojas a Jesé antes de que entrara por Bale. “Por ahora no actúa de segundo entrenador, es un asistente, colabora conmigo”, explicó ayer Zidane.
El club propuso a Zidane tener a Santiago Solari de segundo, pero el francés se negó porque quería trabajar con los suyos
Desde los años del bidé y del Cannes son inseparables. Bettoni, que jugó de defensa y centrocampista, sólo ha disputado seis partidos en Primera y ha seguido a Zizou como una sombra. Cuando este fichó por la Juve, también se marchó a Italia. Estuvo militando en equipos de Segunda y Tercera (Avezzano, Alessandria, Lucchese y Brescello). Colgó las botas en 2004 y siguió a Zidane en sus últimos años en Madrid. Ejerció de amigo, confidente, acompañante. Era su apoyo y la persona a la que acudía para resolver sus problemas.
Es, de hecho, uno de los pocos amigos íntimos de Zizou. Cerrado e introvertido por carácter, Zidane se fía de muy pocas personas. En ese círculo reducido está Bettoni, calvo y con ojos chisposos, al que se le ve bromear mucho con los jugadores en los entrenamientos.
Con lupa
Poco importa que ahora el presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores (CENAFE), Miguel Ángel Galán, le mire con lupa para que durante los partidos no dé instrucciones ni ejerza como segundo. “No es el segundo entrenador. Por una parte somos amigos, y por otra parte hemos trabajo mucho juntos, siempre ha estado a mi lado, me puede aportar muchas cosas y me ayuda. Además, tenemos la misma pasión por el fútbol”, comentó ayer Zidane en Valdebebas. Bettoni le ayuda ahora y le ayudó también para sacarse el título de entrenador.
“Hay mucha complicidad entre ellos aunque hayan seguido caminos diferentes. Es un adjunto fiel y trabajador y lleva en el alma el trabajo de entrenador”, le ha descrito Guy Lacombe el técnico de Zidane y Bettoni en las filas juveniles del Cannes. “David no faltó a clase ni un solo día, se tomaba muy en serio el curso de formación. Ha llegado donde está porque es amigo de Zidane y porque tiene su confianza, pero también porque es un trabajador comprometido y se lo ha ganado”, declaró Madar.
A Bettoni, cuando le preguntaron qué tiene que tener un buen entrenador, contestó: suerte, capacidad de adaptación, competencia e inteligencia. Zidane está convencido de que su ayudante tiene todas.
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