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Benítez reconoce que afronta el mismo problema que sufrió Ancelotti

El técnico del Madrid señala que la causa del juego irregular es la descompensación de la plantilla, excesivamente cargada de jugadores creativos y sin oficio defensivo

Diego Torres
Benzema corre frente a Benítez, que supervisa el entrenamiento del Madrid, ayer en Valdebebas.
Benzema corre frente a Benítez, que supervisa el entrenamiento del Madrid, ayer en Valdebebas.JuanJo Martin (EFE)

La información oficial del Real Madrid se difunde con cuentagotas a través de Rafa Benítez. El entrenador es el conducto habitual de un sistema hermético como cañerías de plomo, en donde cada palabra se mide y cada discurso se diseña para evitar lo que los directivos denominan “desestabilización”. Benítez suele ajustarse al molde con rigor. Pero ayer, la víspera de viajar a Mestalla en la salida más dura que le queda al equipo en la primera ronda del campeonato, se salió del guión. Presionado durante la conferencia de rutina para que explicara por qué el juego del Madrid es tan irregular debió decir lo que pensaba. Y lo que piensa es que la plantilla está descompensada por un exceso de futbolistas de corte artístico. Gente cuya mentalidad les lleva a abandonar la lucha cuando el rival tiene el balón.

“No es un problema de falta de piernas”, reflexionó, “porque si hacemos un segundo tiempo excepcional en Villarreal no es un problema físico. El problema es la característica del equipo, que es eminentemente ofensivo. Estos jugadores tienen mentalidad ofensiva y necesitan tener el balón. Y cuando no lo tienen, sufren. Y han sufrido así en los últimos años. Nosotros tenemos que conseguir equilibrio. Esa famosa palabra que utilizaba Ancelotti: equilibrio entre la fase ofensiva y la defensiva. A veces nos ha faltado. Los jugadores son consientes de ello y darán el 100%”.

Los jugadores creativos a los que hace referencia el técnico tienen nombre y todos se han formado en la mediapunta. Son James, Isco, Kroos, Modric, Kovacic, e incluso Jesé y Benzema. Son estratégicos en su mayoría. Los ha fichado o ha promocionado el club, no Benítez. Con el criterio del presidente, Florentino Pérez, salvo en el caso de Modric, seleccionado exclusivamente por Mourinho.

Estos jugadores tienen mentalidad ofensiva y necesitan el balón. Cuando no lo tienen, sufren"

No fue casual que Benítez mencionara a Ancelotti, su predecesor, recordando que él afronta un problema que no es nuevo. Un problema táctico que hace “sufrir” a estos futbolistas tan poéticos cuando deben jugar al servicio de Bale y Cristiano. Porque, como decía Ancelotti, a la plantilla le faltan uno o dos mediocentros con oficio defensivo. Gente que sepa aguantar un centro del campo exiguo cuando los delanteros son Bale, Benzema y Cristiano. Tres muchachos que no manifiestan vocación para ayudar en otra tarea que no implique atacar.

Benítez advirtió que el “problema” que tiene entre manos es tan viejo que sobran motivos para pensar que ni siquiera es su “problema”. A fin de cuentas, desde que fichó por el Liverpool en 2004, el entrenador madrileño se hizo responsable de todas las altas y las bajas de sus equipos. Ahora no. En el Madrid la elección de futbolistas es cosa del presidente y de una secretaría técnica adjunta a la presidencia. Como dijo el día que se presentó en el Bernabéu: “Yo vengo aquí a ser entrenador y a estar a disposición del club”.

Le preguntaron a Benítez si estaba decepcionado con la actitud indolente que exhiben gente como Isco o James y resultó asombroso que no desmintiera la proposición mayor. “No daré ningún nombre”, dijo, “pero hablaré de la sensación que tengo yo como madridista de toda la vida. Nosotros sabemos que a la afición del Madrid sus ídolos de siempre, los jugadores que más han aplaudido, han sido Di Stéfano, Pirri, Camacho, Juanito... jugadores de casta, de raza, que dan todo en el campo. Eso es lo que yo espero cada partido. Y hay fases en las que nos falta esa agresividad. Me pongo por delante: primero yo. Tenemos que trabajar para mejorarlo”.

El hombre quiere que se sepa: si por él fuera, jugaría con once Pirris. Pero su responsabilidad ya no es la de un mánager. Él ya no ficha. Él ya no arma sus plantillas. Él ahora está a disposición del club y el club le ha encomendado que ensamble un grupo de poetas. Benítez nunca se ha visto en otra igual.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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