Robinho también baila en China
El exmadridista brilla en el millonario Guangzhou, que se mide al Barça en la semifinal del Mundial de Clubes
Nada más ver las cámaras adopta un papel dichoso, juguetón, entremezclando controles imposibles de balón con abrazos y caños a los compañeros. Es su forma de calentar dos días antes del encuentro ante el Barça en la semifinal del Mundial de Clubes (hoy a las 11.30, Cuatro). Robson de Souza, Robinho (São Paulo; 31 años), ahora extremo izquierdo del Guangzhou Evergrande chino, es un bailarín del balón, virguería pura que explota hasta en los rondos al tiempo que bromea con todos, soltando alguna palabra en chino pero sobre todo en portugués, que por algo juegan con él otros tres brasileños y el propio entrenador Luiz Felipe Scolari, campeón del mundo en 2002 con la Canarinha. “De ahí que tengamos seis intérpretes con nosotros”, cuentan con orgullo desde el club chino. Uno siempre va con Robinho. El otro, con Xùnliàn.
El calendario
Semifinales
Final
Ayer, en Osaka:
S. Hiroshima, 0-River Plate, 1.
Gol de Lucas Alario, m. 71.
Hoy: Barcelona-Guangzhou.
11.30 hora española, Cuatro.
River Plate contra el ganador de la segunda semifinal.
Domingo, a las 11.30 hora española, en Cuatro.
Desde que llegara Scolari en mayo, el equipo contabiliza 28 encuentros sin conocer la derrota. 10 empates por 18 triunfos con un saldo de 56 goles a favor por 21 en contra. Una racha que valida y explica el generoso billetero de Xu Jiayin, dueño de una de las mayores inmobiliarias de China —Evergrande Real Estate Group—, que compró el club en 2010 por unos 14,5 millones de euros cuando el equipo transitaba sin pena ni gloria por la Segunda División. Una transacción de lo más exitosa porque ha conquistado los últimos cinco campeonatos de la Súper Liga china, además de la reciente Champions asiática. Para ello, se apoya en fichajes y salarios costosos; una apuesta que seguirá firme porque Alibaba, mastodóntica empresa de ventas en Internet, se hizo hace poco con el 40% de las acciones.
La banca saltó en 2011 con el medio ofensivo Darío Conca, que llegó como el quinto mejor pagado del mundo tras Cristiano Ronaldo, Messi, Rooney y Touré Yayá con un salario de 10,5 millones. Filosofía que se extendió con fichajes de renombre como Marcelo Lippi y Cannavaro en el banquillo, además de los jugadores Gilardino y Diamantidi. Ahora, sin embargo, son los brasileños los que capitalizan las inversiones. Como Paulinho, poderoso mediocentro que llegó del Tottenham tras el desembolso de 15 millones y seis de sueldo, o como los delanteros Ricardo Goulart —“es el mejor”, le definió Luis Enrique— y Elkerson. También, claro, Robihno. “Es el jugador más importante de la historia del club”, conceden desde el Guangzhou. No importa que firmara por seis meses y cobre tres millones de euros. “Tiene la opción de renovar”, recordó Scolari. El dinero no es problema.
A Robinho se le recuerda en la Liga por su paso por el Madrid, por el jugador que sugirió ser en su estreno ante el Cádiz en 2005, pero que cuatro años después se marchó ante la chifla de las aficiones rivales, que criticaban su pedalada, como se conoce en Brasil a la bicicleta. “Nos hizo daño que se fuera”, asegura Manolo Ruiz, segundo de Schuster; “era fantástico. Podía estar un buen rato haciendo imitaciones, hablándote en plan amigo, y después dejarse la piel en el entrenamiento”. Tras su paso por el Bernabéu, forzó la salida por 42 millones al Manchester City en 2008 —obvió la oferta del por entonces Chelsea de Felipao— e hizo lo propio unos años después para irse primero cedido al Santos y traspasado luego al Milan. Cuatro cursos más tarde, otra cesión al Santos y fichaje por el Guangzhou, donde vive en una urbanización de apartamentos en el centro de la ciudad.
Tras su paso por el Bernabéu, forzó la salida por 42 millones al Manchester City en 2008 e hizo lo propio unos años después para irse primero cedido al Santos y traspasado luego al Milan
“Es nuestro líder”, explican desde el club. “Está en edad de plenitud futbolística y es un jugador de calidad top, de máximo nivel”, dijo Luis Enrique. “Es un futbolista que necesitábamos. Ha contribuido mucho en la victoria de la Liga china”, resumió Scolari. Aunque eso no le importó en los cuartos de final ante el América, cuando le sustituyó coincidiendo con la remontada. Con dos participaciones en Mundiales (2002 y 2006), Robinho quedó excluido en 2014 por el mismo Felipao —“gracias a Dios que no me convocaron”, escribió en Twitter tras el sonoro 7-1 ante Alemania— y en esta temporada también tuvo una citación con el equipo de Dunga. Por algo es la referencia de Neymar —“siempre he dicho que es mi ídolo porque lo vi jugar y fue mi compañero en el Santos”, cuenta—, que no podrá participar en el duelo por lesión por más que ayer realizara carrera continua. Ya no es ese chico que salta y dribla por sistema, sino que los años le han hecho ser más práctico. Pero técnica le sobra al bailarín de Robinho.
La fiesta final en Yokohama será el domingo a las 11.30 hora española. Al vencedor hoy le espera el River Plate argentino que derrotó al Hiroshima japonés (0-1). Los porteros marcaron la diferencia: Barovero salvó a River tres veces en el primer tiempo y el meta japonés, Hayashi, le regaló el gol a Alario en el segundo.
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