Argentina completa el peor inicio de su historia en las eliminatorias
El equipo empata con Brasil (1-1) y Martino corre el riesgo de perder su puesto
“Había que cambiar la cara de lo hecho ante Ecuador”, dijo Gerardo Tata Martino. “Nos cansamos de hablarlo con los jugadores y si la respuesta es esta, bienvenido sea”.
La selección argentina del cansino Gerardo Martino mejoró su nivel de juego en el clásico con Brasil disputado en Buenos Ares el viernes. Pero resultó insuficiente para llevarse un triunfo que hubiese merecido. Acabó 1-1. Marcaron Ezequiel Lavezzi en el primer tiempo y Lucas Lima en el segundo. Argentina ha sumado solo dos puntos en los primeros tres partidos de la clasificación al Mundial, lo que supone el peor inicio en su historia de eliminatorias para las Copas del Mundo. En los tres encuentros ha estado ausente Lionel Messi, lesionado, y en el tercero también quedaron en reposo Sergio Agüero, Carlos Tévez y Javier Pastore. El martes espera Colombia en Barranquilla y es probable que tampoco acuda Mascherano, que sufre una contractura.
Farfán marca el gol de la victoria peruana
Jefferson Farfán marcó el gol de la victoria ante Paraguay (1-0) en Lima este viernes. El triunfo dio a Perú los primeros tres puntos de las eliminatorias mundialistas.
Farfán comparte con tres tantos la cima de la clasificación de goleadores con el ecuatoriano Felipe Caicedo y los chilenos Alexis Sánchez y Eduardo Vargas.
Perú, que había perdido en el debut ante Colombia y en la segunda jornada en casa ante Chile, ganó aire para reconducir su campaña y en especial para renovar la confianza en el entrenador argentino Ricardo Gareca.
El Brasil de Dunga tampoco está mucho mejor. Tiene cuatro puntos y está quinto, en posición de repesca, entre los diez de una región en la que clasifican directamente cuatro. Argentina ha queda octava, pero aún faltan 15 partidos más. Lo que a la canarinha debe preocuparle es que sigue sin rumbo como en su Mundial de 2014 y en la Copa América de Chile 2015. Se suponía que el equipo de Neymar debía vencer a una Argentina diezmada, pero estuvo lejos de dominar el partido. La estrella del Barcelona tampoco brilló, aunque inquietaba cada vez que tomaba el balón y probaba suerte desde fuera del área.
Claro que el futuro de Dunga está más asegurado que el de Martino. La albiceleste deberá jugar el próximo martes en Colombia un partido decisivo para el futuro del Tata. Él ya ha dicho que habrá que salir a ganar fuera. “Necesitamos ganar”, advirtió, como si revelase algo inaudito. Si pierde, su continuidad como seleccionador quedará comprometida. Si Argentina sigue batiendo marcas históricas de peores inicios en eliminatorias y se despide con una derrota este año ante Colombia —la quinta jornada de la clasificación será en 2016— se encenderá un debate largo y doloroso. Sobre todo porque en diciembre próximo el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Luis Segura, buscará la reelección en unos comicios contra el presentador más famoso de la televisión de su país y vicepresidente del San Lorenzo, Marcelo Tinelli. El resultado electoral dependerá, en parte, del deportivo.
Este viernes Martino se demostró a sí mismo que sin Messi podía jugar un gran primer tiempo, con la conducción de Ángel Di María, tocando con Lavezzi y Gonzalo Higuaín, que volvía al seleccionado después de su mala actuación en la final de la Copa América en julio pasado. Martino también descubrió que la defensa y el medio campo podían adelantarse más contra equipos como este Brasil replegado y rígido. Funes Mori, Marcos Rojo y Lucas Biglia jugaron bien en este sentido. Pero a poco de iniciarse el segundo tiempo el planteo naufragó, como la ilusión de vencer a Brasil.
Sin Maradona ni Messi
La realidad es que Argentina ha podido jugar bien sin Diego Maradona ni Messi. Después del subcampeonato mundial de 1990, Maradona dejó un tiempo la selección, pero la selección fue campeona de América en 1991 y 1993. Maradona regresó para ganar la repesca que permitió acceder a EE UU 1994, su último Mundial. Después la Argentina sin él consiguió llegar a cuartos de final de Francia 1998; se clasificó invicta para el Mundial de 2002 antes de caer en la primera ronda; y perdió en cuartos del Mundial de Alemania contra el anfitrión. Solo el caudillaje de Messi colocó a Argentina de nuevo en las finales.
La prensa de Brasil bromeó con que Argentina tenía miedo. Temor de jugar sin Messi, Agüero ni Tévez, a un Brasil con un Neymar en un gran momento en el Barcelona. Pero así como los culés se han acostumbrado semana a semana a jugar bien sin Leo, el seleccionado de Martino se demostró que podía competir bien con otros baluartes. Actores secundarios como Ángel di María, el más desequilibrante contra Brasil.
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