La soledad de Nuno en el Valencia
La incomunicación del club, deja al entrenador portugués como único portavoz y expuesto a las críticas por la confección de la plantilla y la irregularidad del equipo
Mestalla es una plaza complicada. Presidentes, jugadores y entrenadores de antes, ahora y siempre han sufrido las críticas de la fiel afición che, exuberante en los halagos y en los reproches. Ganar no es suficiente. Cuentan también las formas, el cómo, con quién y contra quién. Nuno Espirito Santo ya lo sabe. Con una plantilla renovada y a la que supo integrar y sacar jugo, logró el curso pasado clasificar al Valencia para la Champions tras tres años sin estar presente en la máxima competición continental a nivel de clubes. El entrenador portugués está comprobando que el pasado reciente queda muy lejos para los valencianistas. Lo que cuenta es el momento presente.
Los reproches por el mal juego del equipo, el “¡Nuno vete ya!” y el recuerdo al defenestrado Negredo en el transcurso y final del partido del pasado sábado entre el Valencia y Levante (3-0), dejó a Nuno tocado. En la rueda de prensa posterior al encuentro mostró su desolación por la reprobación de la grada. “En lo personal me duele”, declaró consternado el técnico portugués, víctima de sí mismo, de sus decisiones técnicas y de la organización del club, en el que nadie más que él hace de portavoz. No existe la figura del director deportivo ni la del presidente al uso. Layhoon ejerce el máximo cargo en el Valencia pero sale a la palestra y con traductor en contadas ocasiones y principalmente por cuestiones empresariales.
Alcanzado el cuarto puesto la pasada temporada que otorgaba la posibilidad de que el Valencia regresara a la Liga de Campeones, Nuno se creyó legitimado para ejercer plenos poderes deportivos. Con su amigo Peter Lim como dueño y Jorge Mendes como proveedor de jugadores, le sobraban Rufete en la parcela deportiva y Amadeo Salvo en la presidencia y en el escaparate de los medios de comunicación que con gozo atendía. No consideró Nuno que, para bien y para mal, toda la responsabilidad recaería sobre sus hombros. La confección del equipo no ha sido el esperado por los aficionados che, la mayoría de los fichajes procedentes de la agenda de Mendes. Mientras Layhoon ve imprescindible para el futuro económico que el club de la capital del Turia esté presente año tras año en la Champions, el Valencia parece un equipo de más futuro que presente. Tres de las seis incorporaciones llegadas en verano no llegan a los 20 años (Danilo, Santi Mina y Bakali). La plantilla del Valencia es la más joven de Primera con 24,4 años de media y la menos experimentada de los principales clubes de Europa.
Con el caldo de cultivo amargo, los resultados y la imagen dada por el Valencia en el primer cuarto de temporada han acentuado las críticas hacia la global labor de Nuno, diana de la desconsideración popular. Las primeras críticas aparecieron con los empates en Mestalla ante el Dépor y Betis, amplificadas por las incontestables derrotas ante el Athletic y Atlético. Las distorsionadas explicaciones de Nuno en las ruedas de prensa parecían excusas para que llegaran a oídos de Peter Lim en Singapur. El conflicto con Negredo, no convocado en los últimos cuatro encuentros tras declarar este que el juego del Valencia no beneficiaba a los delanteros, ha acrecentado la antipatía hacia Nuno.
La Champions como bálsamo
La Liga de Campeones puede conceder un respiro a Nuno. En Flandes ante el Gante (20.45, BeIN Sports) el Valencia, de vencer, puede prácticamente sellar su presencia en los octavos de final, lo cual ayudaría a la entidad che económicamente para que llegue en el mercado invernal algún refuerzo que dote de más calidad al grupo e ilusione a la grada. Nuno se ha llevado a Bélgica a los 20 jugadores disponibles, entre los que están Negredo y Rodrigo de Paul, ausentes en las últimas convocatorias. Del resultado frente al Gante y el del próximo sábado ante el Celta en Balaídos, con la pausa de una semana por las citas internacionales de las selecciones, dependerá el recibimiento de Mestalla a Nuno que no tiene escudo alguno.
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