Márquez y Lorenzo, separados por 50 milésimas en Phillip Island

Después de sufrir más de la cuenta en el circuito de Motegi, curiosamente ese que es propiedad de Honda, con el tan característico dibujo conocido como de stop&go (de grandes frenadas y aceleraciones), Marc Márquez fue este viernes el piloto más rápido en Phillip Island, seguramente el escenario menos exigente con los frenos de todo el calendario. Apenas cuenta tres puntos críticos, el resto: curvas rápidas, enlazadas, algunas imposibles que sólo era capaz de trazar bien Casey Stoner, subidas, bajadas y una sola recta, la de meta, que ni siquiera supera los 900 metros. Sobre el papel: el terreno perfecto para una Yamaha. Y lo es. Dio buena cuenta de ello Jorge Lorenzo, velocísimo, que se quedó a 50 milésimas de Márquez. Pero también lo es para la Honda este año en el que no hay quien pare esa máquina, con un motor muy agresivo, demasiado, y problemas de tracción en aceleración.

Tras una sesión matutina con temperaturas más frías y que acabó antes de hora por la caída de un chaparrón, la segunda sesión estuvo dominada por ambos pilotos. Ahora se ponía uno en cabeza, ahora el otro, mientras que el líder del Mundial, Valentino Rossi, trataba de buscar inspiración primero a rueda de su compañero de equipo y terminaba finalmente a más de seis décimas y en el noveno puesto de la tabla. “Jorge es más rápido a una vuelta, pero en cuanto a ritmo no voy nada mal”, declaraba. Trabajó con dos motos distintas: una para reducir los problemas de spinning (la rueda gira, pero no tiene tracción y no avanza), muy acusados en esta pista, y otra para mejorar la velocidad en las curvas rápidas. “Quiero entender cuál es el mejor camino para ir más rápido y si el spinning es un problema secundario”, añadía el italiano.

Valentino es un gran campeón, quizá el mejor de la historia, aunque en este momento puede que no sea el más fuerte” Jorge Lorenzo, piloto de Yamaha

En el tercer puesto de la tabla (a poco más de una décima), dando la sorpresa, por mucho que calzara el neumático súper blando en los últimos minutos en busca de un buen tiempo –no sea que este sábado vuelva a caer un chaparrón, mejor asegurar el paso a la QP2–, se colocó el debutante Maverick Viñales con su Suzuki. “Aquí las motos open pueden acercarse, sobre todo en clasificación, porque nuestra neumático es demasiado duro; no podemos usar toda la potencia porque entonces derrapa mucho”, explicaba Márquez. “La pista está delicada. La goma trasera está pensada para cuando se estrenó el asfalto hace tres años (era muy abrasivo) y es demasiado dura”, certificaba Lorenzo.

La de Australia es la primera ventaja que se juega Rossi, que, como si estuviera a un lado de una pista de tenis, aspira a llegar a Malasia con una bola de partido a su favor. “Esta carrera será muy importante. Necesito quedar por delante de Jorge al menos una vez antes de Valencia”, decía. Le gusta el trazado, ganó en este escenario hace un año y quiere repetir, pues sabe que es su mejor oportunidad de seguir ampliando su ventaja con Lorenzo. Aún así, matiza: “Es difícil saber quién es el favorito. Todo cambia mucho de carrera a carrera”. Su rival, mientras tanto, le azuza: “Senna dijo una vez que cada año hay un campeón, pero no siempre hay un gran campeón. Valentino es un gran campeón, quizá el mejor de la historia, aunque en este momento puede que no sea el más fuerte”.