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Nadal, un poco más Nadal

El número ocho remonta ante Sock (3-6, 6-4 y 6-3) y alcanza las semifinales de Pekín, en las que se medirá al italiano Fognini ● Ferrer (6-3 y 6-1 a Lu Yen-Hsun) encara a Djokovic

Alejandro Ciriza
Nadal, durante el partido contra Sock.
Nadal, durante el partido contra Sock.GOH CHAI HIN (AFP)

La cosa comenzó mal y pintaba muy fea: un set en contra, el brazo izquierdo encogido y unas cifras llamativamente bajas. Dudas, tensión. Otra vez la cara larga y la bola besando la red y los pasillos con demasiada frecuencia. Por eso suspiraba Rafael Nadal, al que en los últimos tiempos le cuesta remar contracorriente; al español, en pleno proceso de reconstrucción y con la mente diezmada, le cuesta hoy día navegar en aguas revueltas, por eso el escenario que se había dibujado en el primer set de su duelo de los cuartos contra Jack Sock no suponía un buen presagio.

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Pero no, esta vez no. Como ya la ocurriera otras veces esta temporada, podía haberse dejado llevar por la inercia negativa del marcador y los golpes del estadounidense, un cañón. Pero no, esta vez no. Adiós a la ansiedad, a la incertidumbre, al escepticismo que le envuelve desde julio de 2014. Nadal fue, en esta ocasión, un poco más Nadal. Ese Nadal que se crece ante un panorama adverso, que disfruta de la batalla y que saca lo mejor de sí mismo cuando peor pintan las cosas. Remontó el de Manacor (3-6, 6-4 y 6-3, después de dos horas y un minuto), ofreció indicios y disputará las semifinales del Abierto de Pekín, en las que se topará (6.30, Canal+ Deportes2) con Fabio Fognini (6-1, 2-6 y 6-2 al argentino Pablo Cuevas).

Pero más allá del triunfo (el 46º de esta campaña, por 15 derrotas) y las semifinales (las séptimas de este curso), la remontada frente a Sock supone la autoconfirmación de que el número ocho va por el buen camino. En otras circunstancias u otros días, Nadal hubiese cedido ante el estadounidense. En Pekín (ATP 500), no. Y eso que comenzó completamente desteñido, a merced del pegador de Nebraska (23 años, 30º del mundo), al que algunos señalan como un digno heredero de Andy Roddick, exnúmero uno.

En el primer parcial, Nadal encajó dos breaks y su izquierda estaba completamente dormida. Firmó solo tres golpes ganadores y sus segundos eran un caramelo para Sock, que a la que puede arma el brazo y dispara proyectiles, servicios que acarician los 220 km/h. Este era el panorama. Feo, feo, feo. De ahí la importancia que tiene la secuencia que rubricó a continuación el de Manacor, rehecho y concienciado para darle la vuelta al asunto y dar otro paso más hacia el reencuentro consigo mismo.

Fognini celebra su triunfo ante Cuevas.
Fognini celebra su triunfo ante Cuevas.Getty

En el segundo y el tercer parcial, incrementó su índice de segundos saques hasta equilibrarlo con el de Sock (51% de puntos retenidos con segundos para ambos) y llevó el de primeros hasta un notable 76%. Frente a un Nadal emergente, el estadounidense se descompuso progresivamente. Cedió un break nada más adjudicarse el primer set y a partir de ahí fue arrastrado por la espiral de derechas y cortados del español, que permaneció firme hasta lograr la victoria. Una victoria redentora y balsámica, que además de permitirle seguir en liza en Pekín le aproxima un poco más hacia la Copa de Maestros de Londres (del 15 al 22 de noviembre).

En el O2, seguro, estará el número uno, Novak Djokovic. El serbio venció a John Isner (doble 6-2) para superar la racha de triunfos (26) del norteamericano Jimmy Connors (entre 1974 y 1980, en Birmingham) en un torneo de la ATP. Nole, que gobierna en la capital china desde 2009 (menos en 2011, cuando no participó en el torneo), suma ya 27 consecutivos en Pekín. En las semifinales se cruzará (13.30, C+2) con David Ferrer, que despachó al taiwanés Lu Yen-Hsun (100º del mundo) por un claro 6-3 y 6-1, en 80 minutos.

Djokovic (26-0 en Pekín) igualó la secuencia de triunfos consecutivos de Jimmy Connors en un ATP

La cifra de Djokovic es fabulosa, pero no tanto como las 31 victorias de Nadal en París. De ese Nadal que, esta vez, fue un poco más fiel a sí mismo. Ahora le espera Fognini. Una durísima prueba, puesto que el italiano ya le ha batido en tres de los cuatro careos que han mantenido en este curso: Río de Janeiro (febrero), Barcelona (abril) y Nueva York (septiembre). Solo en la final de Hamburgo (agosto) fue capaz de batirle Nadal, en un duelo de tensión máxima. Desde entonces, el balear ha seguido dando pasos adelante. ¿Los suficientes como para despejar los fantasmas de una vez por todas? Fognini, el subversivo italiano, es el mejor baremo.

En el cuadro femenino, mientras, Garbiñe Muguruza sigue imparable después de acceder al top-5 y sellar su presencia en Masters de Singapur. Tumbó a Bethanie Mattek-Sands (6-1 y 7-5) y se enfrentará en semifinales (10.30, Teledeporte) a la polaca Agnieska Radwanska, octava en la lista de la WTA.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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