El Athletic se constipa en Holanda
Valverde vuelve al plan B y el AZ se aprovecha de su desorden para llevarse la victoria
Olía a un perfume intenso en el AFAS Stadium de Alkmaar. El perfume holandés del AZ, un exportador voraz de futbolistas, pero fiel a la colonia holandesa del fútbol, a pesar de tener apenas 48 años de vida. Suficientes para impregnarse de la historia holandesa, al menos en el planteamiento. Lo malo para los chicos holandeses es que el perfume era más intenso que duradero. Moría en cuanto se acercaba al área. Ahí se lo llevaba el viento. El olor del Athletic, con el plan B, no altera su olor intenso, una mezcla de presión, intensidad, sudor y, a veces atolondramiento. Muchos de los once que salieron al campo apenas habían coincidido en unos pocos minutos esta temporada. Perdía el Athletic conjunción, como un acordeón desafinado, a veces pletórico, a veces afónico. Un tridente con Aketxe, Kike Sola y Viguera en ataque es lo más parecido a la improvisación. Los tres resultaron intrascendentes. Al menos Aketxe, tuco en su bota izquierda un disparo que Coutinho despejó con la yerma del último dedo de su mano izquierda cuando la red casi acunaba el balón. El portero holandés también había repelido un disparo de Eraso, pero el corazón se le paró al Athletic cuando un poco antes Rienstra, el medio centro (véase la voracidad del AZ) disparó al larguero ante el atónito Herrerín.
AZ ALKMAAR, 2; ATHLETIC, 1
AZ Alkmaar: Coutinho; Johansson, Goouwelar, Van der Linden, Haps; Van Owereen, Henriksen, Rienstra; Tankovic (Luckassen, m. 76), Janssen (Jahanbakhsh, m. 78) y Dos Santos (Haye, m. 87). No utilizados: Rochet, Wuytens, Brezancic y Mühren.
Athletic: Herrerín; Bóveda, Gurpegui, Laporte, Lekue Iturraspe, Mikel Rico; Aketxe, Eraso; Aketxe (Williams, m. 57), Eraso, Viguera; y Kike Sola (Aduriz, m. 62). No utilizados: Iraizoz, Elustondo, Beñat y De Marcos.
Goles: 0-1. M. 55. Henriksen. 2-0. M. 55. Bóveda (p.p.). 2-1.M. 75. Aduriz.
Árbitro: Ivan Kruzliak (Eslovaquia). Amonestó a Johansson, Gurpegui, Iturraspe, Raúl García y Coutinho.
Unos 15.000 espectadores en el AFAS estadio.
Pasar pasaban pocas cosas, pero permanecía una duda. Valverde, fiel a sus principios había reservado a muchísimos titulares en Bilbao o en el banquillo para "refrescar" el equipo. Ni De Marcos, ni Etxeita, ni Susaeta, ni Beñat, ni Aduriz, ni Raúl García, ni Williams, ni Balenzaiaga... Lo habitual en eso que se llaman rotaciones cuando son cambios, cuando en realidad es confundir una ensalada con un puré. No es lo mismo. Tampoco parecido es lo mismo, como decían Faemino y Cansado en su penúltimo espectáculo. Europa es una cosa muy seria como para ir en manga corta.
Y en una de esas confusiones, Lekue, por la derecha (jugaba de lateral izquierdo) eligió en un contragolpe la peor de las opciones cuando le acompañaba toda la cuadrilla, en superioridad numérica, incluso el precavido Iturraspe se había abalanzado hacia el área. Pues el chico, emocionado, disparó raso, mal, débil. En la contra subsiguiente, el Athletic estaba alborotado, desordenado y un pase interior a Henriksen supuso el primer gol del AZ, un gol inesperado, un insulto en una conversación amistosa. Entonces Valverde sintió el cielo a la altura de la cabeza, aplastándole y apeló a las esencias, o sea Williams, primero y Raul García y Aduriz después. Los generales al asalto, el mundo al revés. Pero quiso el destino que un centro de Haps diera en la bota de Bóveda y se fuera a la red. Premio extra para los animosos holandeses. Quedaba Aduriz, que marcó '¡cómo no!", al estilo de los killers, en una jugada magnífica de Williams. Y ahí quedó todo. Pregunta: ¿los titulares, al principio o al final? Otra: ¿Europa, al principio o al final de la escala de valores? Lo cierto es que prevaleció el perfume holandés, aunque no fuera de los caros.
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