La salida de Pedro acentúa la mercantilización de La Masia

Mourinho va camino de ganar la partida a Pellegrini y a Van Gaal en la puja por Pedro. El canario se juntará con Cesc. El Barça asume la salida del delantero, como ya pasó en 2013 con el pase de Thiago al Bayern, desde el momento en que accedió a rebajar la cláusula de rescisión de los dos jugadores procedentes de La Masia.

Los últimos movimientos de jugadores confirman la tendencia del club azulgrana a utilizar la cantera para financiar los fichajes de figuras como Neymar o Luis Suárez. Las incorporaciones de Aleix Vidal y Arda Turan han contrastado con las salidas de Deulofeu, Adama y Juan Román. También se ha ido Xavi, como se fue Valdés y se retiró Puyol, y antes desfilaron Fontás, Muniesa, Cuenca o Jonathan Dos Santos. Y aún figuran como cedidos Tello, Montoya y Denis Suárez, condición que también afectará a Halilovic.

No es fácil absorber el talento ante el excedente de futbolistas procedentes de las categorías inferiores como se constató con Sanabria o Bojan. A la entidad, por otra parte, también le cuesta maniobrar después de la sanción de la FIFA. Tampoco encuentra un antídoto para frenar la sangría de cadetes que emigran a la Premier y especialmente al Arsenal. Y la política de clubes como el Madrid, que contrata a jóvenes talentos —Asensio, Vallejo, Odegaard o Kovacic— obliga a los azulgrana a reorganizar los servicios técnicos de la Ciudad Deportiva.

El Barça entiende que necesita capitalizarse para mantener la competitividad y defiende que difícilmente se volverá a reunir una generación como la que ha capitaneado Xavi. Actualmente solo son titulares Alba, Piqué, Busquets, Iniesta y Messi. La participación de Rafinha, Bartra, Sergio Roberto, Sandro, Munir y Masip —e incluso Samper— es irregular, el filial ha descendido a Segunda B y no hubo ningún representante azulgrana en la selección sub 19 que ganó el Europeo.

Los movimientos de jugadores confirman la tendencia a utilizar la cantera para financiar los fichajes de figuras como Neymar o Luis Suárez

Una situación opuesta a la que se dio el 25 de noviembre de 2012 cuando el Barça formó con 11 jugadores de la cantera al mando de Tito Vilanova en campo del Levante después de la lesión de Alves (0-4): Valdés; Montoya, Piqué, Puyol, Jordi Alba; Xavi, Busquets, Cesc; Pedro, Messi e Iniesta.

Igualmente significativo es el equipo que ganó el Mundial de Clubes de 2011 con la fórmula del 3-7-0, como la definió Ramalho, entrenador del Santos, por la presencia de siete medios: Valdés; Puyol (Fontàs), Piqué (Mascherano), Abidal; Alves, Busquets, Xavi, Thiago (Pedro; Iniesta, Cesc; y Messi. Aseguraba por entonces Guardiola que siempre ha habido buenos futbolistas en la cantera: “Lo único que hay que hacer es tener el valor de ponerlos”. El hoy técnico del Bayern Múnich apostó precisamente por Busquets y Pedro después de conocerles en el equipo de Tercera.

El estilo cruyffista evolucionó con Van Gaal, Rijkaard, Guardiola y ahora con Luis Enrique. El asturiano apuesta por el tridente Messi, Suárez y Neymar. No hay sitio para los extremos de la Masia como Pedro, Deulofeu o Adama. La política de La Masia camina por el mismo sendero que La Fábrica del Madrid. Los jóvenes formados en el club son utilizados a menudo como monedas de cambio para fichajes que permitan competir como se le exige a un campeón de Liga, Copa y Champions. El riesgo es que el Barcelona se desnaturalice con la globalidad y el galactismo acabe con la singularidad e identidad del més que un club, una distinción muy a tener en cuenta después del último éxito de un club tan singular como el Athletic.