La increíble consistencia de Zarco en Brno, la ansiedad de Antonelli
El francés, cada día más lider, cada vez más cerca del título de Moto2, ofrece una lección magistral. El italiano vence desde la 'pole' una carrera que arrancó con bandera roja
Johann Zarco ya no es aquel chaval que intentó ganar una carrera a manotazos. Entonces, en 2011, corría en Moto3 y se desesperaba al ver que ni la victoria llegaba ni él era capaz de alcanzar a Nico Terol, a la postre campeón del mundo. Su carrera no ha sido meteórica. Se ha tomado su tiempo para adaptarse a cada categoría. Ha respirado hondo y se ha armado de paciencia hasta darse cuenta de que la cabeza es más importante que la muñeca con la que debe darle gas a la máquina. Pero el tiempo que le ha costado (tampoco existe en Francia la estructura que hay en España) no desmerece en absoluto el campeonato que está bordando este curso. Cada día que pasa es más líder. Cada domingo el título está más cerca.
De no ser porque un fallo mecánico le impidió ganar la primera carrera de la temporada Zarco habría hecho un pleno de podios este 2015. Aún así, con este décimo podio (y la cuarta victoria del año, por cierto) el francés ha logrado un nuevo récord en Moto2, pues nunca antes fue nadie capaz de encadenar tantos buenos resultados como él ha hecho. Ha habido carreras que ha dominado desde el inicio, como hizo aquel día en Qatar o este domingo en Brno, tarea, por cierto, nada fácil en una categoría tan marcada por la igualdad mecánica. Ha habido otros fines de semana que le han costado más, como parecía ocurrir hace una semana en Indianápolis. Es entonces cuando a su pilotaje, habitualmente fino, delicado, a sus tiempos constantes, pues funciona como un reloj, añade unas gotas de picante y un poco de pimienta, como hizo una semana atrás: sabe ser agresivo cuando las condiciones lo requieren. Y no tiene miedo a arriesgar una carrera si el podio es la recompensa.
Tiene puntos de sobra para jugar con ellos, ahora 79. Y eso hace: juega con sus rivales cuando le apetece, se conforma con la moto que tiene y saca los dientes si es necesario; cuando no, esas veces en las que tiene un par de décimas más que el resto, da una lección magistral como la de este domingo en Brno: en cuatro vueltas ya le sacaba un segundo a Rabat, a quien su moto le dio una sacudida, suficiente susto para alejarlo de la victoria. Intentó recuperar distancias el español, pero nunca se acercó a menos de ocho décimas de segundo. Ocupó la segunda posición del podio y recupera, así, la segunda de la general, por delante de Rins, tercero al imponerse a su ex compañero Àlex Márquez, que hizo su mejor carrera del año. A sólo cuatro segundos del increíble Zarco, quien, aunque parezca impensable, todavía no tiene sitio en MotoGP.
Antonelli logra su primera ansiada victoria
Es uno de los talentos italianos, aunque para formarse prefirió correr los campeonatos de Catalunya y del Mediterráneo, pues en España se batía con los mejores. Llegó al Mundial con 16 añitos. Y además de muchas caídas, también se asomó en alguna carrera que otra por el grupo de cabeza. Fausto Gresini lo acunó sus tres primeras temporadas, pero su poca regularidad y sus muchas caídas han generado muchas dudas a su alrededor. Discípulo de Valentino Rossi –es uno de los pilotos de la Riders Academy que ha montado el italiano, que se entrena con ellos casi cada día– y una copia del desaparecido Simoncelli, con quien compartió equipo (aunque en diferente categoría) en sus inicios y a quien (dicen quienes le han visto crecer) se parece incluso en las maneras en la pista y en la forma de hablar, no en vano ambos nacieron en Cattolica, Niccolò Antonelli logró este domingo la primera victoria mundialista de su carrera.
Fue un día después de apuntarse la pole, la segunda (después de la que logró el año pasado en Valencia), y en un año en el que cambió de equipo (corre con el Ongetta-Rivacold Honda) en busca de la constancia que le faltaba. No le ha ido del todo mal: salvo en Austin, donde quedó 23º, Argentina y Jerez (donde no puntuó), el chico de Cattolica ha terminado siempre entre los diez mejores. Le faltaba subirse al podio.
Y lo hizo a lo grande, con una victoria para la que tuvo que pelearse con tipos como Fenati, Oliveira, Bastianini o Binder. Tomó el liderato del grupo en la última vuelta y logró distanciarse de sus perseguidores (gracias, seguramente al toque entre Binder y Fenati, que se alejó ligeramente) y cruzar la meta en primer lugar sin que nadie le molestara. “Ha sido muy emocionante, sólo tiré y tiré para ganar. Y voy a seguir haciendo lo mismo a partir de ahora”, dijo. Tiene 19 años. Italia le esperaba. No tuvo que esperar tanto para ver en el podio a Bastianini, de 17, que repitió en el segundo puesto del podio. En tercer lugar, Binder.
Accidentes múltiples en la primera vuelta de Moto3
La carrera se disputó a sólo 12 vueltas después de que un par de accidentes múltiples en el primer giro de la prueba obligara a mostrar la bandera roja. El español Gabriel Rodrigo había quedado inconsciente en la pista, donde fue atendido por el equipo médico especializado del Mundial. Al recuperar la consciencia fue trasladado al hospital, donde se le debía practicar un TAC y algunas pruebas más para certificar una lesión en el tobillo.
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