El doble reto de ‘El Tigre’ Falcao

Mario Suárez robó un balón a Cristiano Ronaldo, encontró a Falcao en el centro del campo, que se deshizo de los marcadores lejos de su área de acción, cruzó una diagonal hacia Diego Costa y este perforó la portería de Diego López. Era el gol del empate de la final de Copa del Rey de 2013, que terminaría con el triunfo atlético en el coliseo del eterno rival. La última jugada decisiva y relevante que se le recuerda al delantero colombiano, de 29 años, que a partir de este domingo, ante Venezuela, asume un doble reto: recuperar su mejor versión y asumir el liderazgo que le otorga el brazalete de capitán.

La marcha de Radamel Falcao del Manzanares puso unos puntos suspensivos en su carrera. En estos dos años apenas ha habido rastro del ariete voraz del Atlético o del Oporto. El colombiano se decantó por el relumbrón de Mónaco, por un equipo con la billetera cargada pero sin desafíos deportivos a la altura de alguien que venía de ganar una Liga Europa, una Supercopa de Europa y una Copa del Rey. Una lesión de rodilla le destrozó y apartó del Mundial en que su selección deslumbró y gracias al cual llega a Chile con la vitola de una de las favoritas al título. La penitencia ha sido aún mayor este año. Falcao se marchó cedido a un Manchester United, que aspiraba a cotas altas con la llegada de Van Gaal. El holandés, sin embargo, relegó a Falcao al banco incluso en momentos en que Van Persie andaba lesionado. Cuatro goles en 26 partidos forman, hasta ahora, su tarjeta de presentación en la Premier.

“Es una etapa difícil para él, pero bueno, es un jugador probado en cuanto a su mentalidad, y se va a seguir esforzando. Tengo fe en que esto es pasajero, él va a salir adelante y no tengo ninguna duda. Lo que hay que pensar, y lo más importante de todo esto, es que él está bien”. Las palabras del seleccionador colombiano, el argentino José Néstor Pékerman, el pasado enero, son un calco de las que pronunció al poco de iniciarse la preparación para la Copa América: “Nunca debemos dejar de confiar en Falcao, su carrera lo demuestra, aunque su momento actual no sea el mejor”.

Colombia llega a Chile parapetada en James, el referente cafetero, heredero del protagonismo de Falcao en un país teñido de amarillo desde hace días, donde el tan global “sí se puede” sobrevuela, en su versión futbolera, casi todas las conversaciones. Con el 10 de dulce, Pékerman ha centrado su atención en recuperar al 9, en mimar a un tigre. Retirado Yepes de la selección, el técnico no titubeó sobre quién debía llevar el brazalete. Pese a ser respetado por su carácter competitivo, en el vestuario del Atlético, su última cima, nunca tuvo la ascendencia de otros jugadores. Falcao deberá echarse ahora a la espalda un equipo emergente. Con la decisión, Pékerman mandaba un mensaje claro de quién es su referente en un ataque donde si algo sobran son fabricantes del gol: Teófilo Gutiérrez, Bacca, Jackson Martínez…

Como le ocurrió con Villas-Boas en el Oporto, o con Simeone en el Atlético, Pékerman sabe cómo sacar la mejor versión del delantero. No hay otra que hacerle llegar el balón, algo que le denegó Van Gaal. Será esta la tarea principal de James y Cuadrado. Se vio en el único partido de preparación, contra Costa Rica. El jugador del Chelsea colocó un balón en el área pequeña, y Falcao se anticipó a su marcador. Pékerman sonreía en el banquillo. Nunca dejó de confiar en El Tigre.