De Anoeta al Camp Nou

El 4 de enero quedará señalado en el calendario del Barcelona. Perdió el Barça de Luis Enrique en Anoeta (1-0) y tras la derrota se vivió una semana de autodestrucción. El director deportivo, Andoni Zubizarreta, fue destituido, a Messi le cogió una pataleta atroz y el presidente, Josep Maria Bartomeu, decidió convocar elecciones para finales de temporada “para rebajar la tensión”, según dijo. En una semana, todos los trapos sucios en el escaparate. Y pasada la tormenta, la paz. No fue barata. De Anoeta al Camp Nou, un cambio de rumbo en la vida azulgrana.

“Son procesos normales dentro de una temporada”, repite una y otra vez Luis Enrique cada vez que le mencionan aquella fecha. Una vez finalizado el partido en San Sebastián, el Barça estaba segundo en la Liga a un punto del Madrid (que tenía un partido menos), y en la temporada tenía un saldo de 19 victorias, dos empates, cuatro derrotas, y 68 goles marcados. Messi, que volvía de pasar sus vacaciones en Argentina, no digirió bien su suplencia en el campo de la Real, se ausentó al día siguiente del entrenamiento a puerta abierta alegando una gastroenteritis. Luego se enfrentó a su técnico en un partidillo porque no compartió una decisión de Luis Enrique, que ejercía de árbitro. “Perdió los papeles”, dijo Mathieu. El Barça andaba a la deriva y el 10, de mal rollo.

Xavi ejerció de capitán. Se juntó con las vacas sagradas del vestuario y hablaron con Leo. “Tenemos que sacar esto adelante. No nos puede volver a suceder lo mismo que la temporada pasada y lo sabes”, se arrancó Xavi. “¿Quieres que Cristiano vuelva a ganar el Balón de Oro?”, le dijeron. “Leo, déjate de joder”, se escuchó. ¿El cambio? Lo hubo. Y lo certificó Luis Enrique. “Siempre me fijo en cómo celebran los jugadores en el banquillo para ver si reina el espíritu positivo y hay un ambiente perfecto, maravilloso”, dijo el preparador azulgrana sobre el festejo de los goles de sus futbolistas en la victoria frente al Bayern.

Tenemos que sacar esto adelante. No nos puede volver a suceder”, le instó Xavi a Messi

Después de la visita a San Sebastián, el Barça firmó 27 victorias, un empate, una derrota y 94 goles. Aunque el principal punto de inflexión estuvo en las botas del rosarino. Hasta Anoeta, Messi llevaba 15 tantos en 17 partidos, lejos de los 26 de Cristiano en 16 encuentros. Y en el global de la temporada, el rosarino había firmado 23 dianas y regalado nueve asistencias.

Tras aquel fatídico 4 de enero, el 10 azulgrana acumula 30 goles y suma 18 pases de gol a sus compañeros. “Desde Anoeta cambió todo”, explicó Messi en febrero pocos días después de que el técnico dijera que tras aquella derrota no había cambiado nada. El caso es que ahora, el Barça es líder en la Liga, dos puntos por encima del Madrid, está en la final de la Copa del Rey y tiene medio pie en la de la Champions tras ganar en la ida de las semifinales al Bayern de Guardiola 3-0.

Cada vez que puede, el asturiano revindica el papel del destituido Zubizarreta. “El trabajo de esta temporada está hecho y, además, muy bien hecho”, subrayó el técnico, recordando la decisión del presidente del Barça, que prescindió del director deportivo al finalizar el partido en San Sebastián. Explicó Zubi su versión sobre el caso FIFA y firmó su finiquito. “De la sanción he tenido que explicar poco porque el vicepresidente deportivo que había entonces era el presidente actual”, dijo Zubi . “Fue un error echarlo, ¿cómo se te ocurrió?”, le cuestionan aún a Bartomeu sus amigos. “Es que me lo echó en cara dos veces. A la segunda no se lo pude permitir”, ha justificado el presidente. En el Barça ya no trabaja Zubizarreta, pero el grupo que él armó va por a por el triplete. “Nos quedan cinco finales, que espero que sean seis”, dice Luis Enrique ahora que encara a la Real Sociedad. Todo ha cambiado tanto que nadie diría que en enero el Barça perdió en Anoeta.