“¿Por qué no va a ganar Laia el Dakar?”

No hubo un solo día en el que a Laia Sanz (Corbera de Llobregat, 29 años) se la viese desayunando por el comedor. Tampoco a la hora de comer pasaba mucho por allí. Entre que los pilotos tienden a madrugar de manera extrema y que el menú no era del todo de su agrado, la piloto catalana prefirió resguardarse en su “casa de carreras” para intentar hacer una vida lo más normal posible. Fuera de ese minúsculo habitáculo todo lo que consiguió fue extraordinario.

Si bien el resumen del Dakar la sitúa como la novena mejor piloto de la edición, un récord absoluto ya que ninguna mujer se había colocado nunca tan alto en toda la historia del Dakar (la francesa Christine Martin fue décima en 1981), su gesta bien vale un trofeo como el que levantó por quinta vez Marc Coma el sábado en el podio de Buenos Aires.

“No tengo palabras para referirme a lo que ha hecho. Sólo quiero recordar a la gente que Laia es una mujer y que la capacidad de fuerza que tiene su cuerpo es muy distinta a la de un hombre. Esto ya es un gran hándicap, pero contemplar la determinación que tiene para ponerse a esta velocidad te deja sin palabras”, comenta el ganador, ensimismado por el rendimiento de su compañera.

No es la suya la única voz que apunta en esta dirección. Jordi Arcarons, historia del motor, que ha participado en 16 ediciones del Dakar (15 en moto y una en coche), y en 2010 como mochilero de Laia, prosigue el argumento de Coma. “Trabajé con ella cuando tenía 18 años y empezó pronto a interesarse por el Dakar. La enseñé como iba esto del roadbook [libro de ruta]. Tiene un talento natural para la conducción en moto alucinante que no los tiene cualquier persona. Su pasión por esta carrera le motiva tanto que la hace muy competitiva y por eso mejora continuamente. No busca la clasificación femenina, busca superarlos a todos”, apunta el expiloto catalán, que gracias a su experiencia ahora se encarga del asesorar a otros pilotos como en su día lo hizo con Laia y Nani Roma. “¿Por qué no pensar en qué algún día gane el Dakar? Yo sí me lo imagino”, afirma sin complejos.

Ser durante cuatro ediciones consecutivas, desde 2011 hasta 2014, la mejor mujer clasificada en el Dakar no era algo que le llenase lo suficiente. Ni siquiera el 16º puesto del año pasado le contentó, por eso, en su quinta participación (todas ellas completando el recorrido de principio a fin) quería algo más. “Mi objetivo era estar entre las 10 primeras. Nunca he pensado en que pudiera ganar una etapa, pero sí en ir mejorando cada vez”, se limita a confesar la aludida. “Cada vez me impresiona más y le tengo un respeto impresionante. Es muy regular, muy constante y aunque lo normal es que vayas dando pequeños pasos hacia adelante, siempre llega una caída que te echa para atrás. Pero a ella no le ocurre. Su progresión es metódica, me gusta mucho que le vaya así. Lleva dos años en los que se ha ganado no sólo mi respeto si no el de todos”, valora Coma, complacido por la trayectoria de la piloto de Honda.

No busca la clasificación femenina, busca superarlos a todos”, dice Arcarons

Parece que los argumentos de la catalana para renovar el contrato que le une con la marca japonesa y que concluye este año son de sobra favorables, sin embargo, hay más proyectos en su cabeza. El siguiente, sin ir más lejos, competir en coches. “Y se le da muy bien”, aseguran en su entorno, aunque ella por el momento sólo piense en descansar. En su método, infalible hasta el momento, todo tiene su tiempo. Y ahora marca disfrutar por lo conseguido. Ser reina del Dakar le da derecho a ello.