Otamendi o el símbolo del nuevo Valencia
La afición che entusiasmada con el central argentino y el equipo, la dirección de Nuno y el proyecto de Lim
Mestalla vivió el domingo una vuelta al pasado no tan lejano, cuando al Madrid se le atragantaba una y otra vez el histórico estadio y el Valencia. 2000 seguidores aguardaron en la avenida de Suecia, frente a la tribuna del estadio, para corear a los nuevos ídolos del Valencia y a su nuevo propietario Peter Lim. En apenas cuatro meses, el club y el equipo han experimentado una metamorfosis total capaz de competir contra cualquiera. Lo ha sufrido el Madrid de Ancelotti y lo padeció el Atlético de Simeone. Ambos salieron escaldados de Mestalla donde solo el Barça pudo imponerse en el último segundo.
El Valencia ha vuelto y ha pasado de ser un club vendedor a inversor y convertirse en una plaza apetecible para cualquier futbolista. El desembolso económico no ha sido desmesurado debido a que tres de sus máximos referentes, André Gomes, todo un descubrimiento, Rodrigo y Negredo están a préstamo. Los dos primeros forman parte del paquete de jugadores de Meriton, fondo de inversión que comparte Lim con el agente de futbolistas, Jorge Mendes. Por ambos tendrá que pagar el Valencia el próximo verano en torno a los 40 millones por hacerse con su propiedad definitiva. 25 millones más necesitarán para quedarse con Negredo, como estipula el contrato de cesión con el Manchester City. Entre Joel (1.5), Otamendi (12), Lucas Orban (3.5), Mustafi (8), Rodrigo de Paul (5) y Enzo Pérez (25), el Valencia se ha gastado 50 millones de euros. Cancelo, Filipe Augusto y Zuculini, también están a préstamo y no se plantea su compra. Las ventas de Mathieu, Bernat, Banega y Guardado supusieron 38 millones de ingresos. “Este Valencia es más fuerte y tiene más calidad”, sentenció Ancelotti tras su paso por Mestalla.
Tiene Nuno algo de Ancelotti. Su discurso calmado y en el hecho de adapta su sistema en base a la calidad de sus jugadores. Para dar cabida a Negredo y Alcácer juntos, el Valencia ha pasado a jugar con tres centrales y cinco centrocampistas en las dos últimas jornadas ante el Eibar y Madrid. En principio Gayà, Rodrigo y Feghouli son los jugadores damnificados, relegados al banquillo. La lesión de Piatti propicio la entrada de Gayà que hizo un partido soberbio ante el Madrid. Feghouli se marcha a la Copa de África y Rodrigo tendrá que esperar su oportunidad. La llegada de Enzo Pérez también puede suponer la suplencia de Javi Fuego. El debut del argentino como centrocampista defensivo fue inmejorable en un ejercicio de sapiencia táctica del argentino. Enzo puede ocupar zonas más avanzadas o de volante derecho. Toda una adquisición.
Otamendi aprovecha su mayor envergadura 183 centímetros, cinco más que Ayala, para imponerse en las jugadas a balón parado
Nicolás Otamendi (Buenos Aires, Argentina; 26 años) es el símbolo del nuevo Valencia. Las dos Ligas, la UEFA y la Supercopa de Europa conseguidas por el Valencia a principio del nuevo milenio se fraguaron a partir de una gran defensa. Angloma (después Curro Torres), Ayala, Pellegrino, Djukic y Carboni dotaban de una personalidad seria al Valencia. Otamendi tiene un referente claro en el cual reflejarse. “Me han mandado vídeos del Ratón por las redes sociales y los vi en la concentración. Es un orgullo que me comparen con él”, confesó el defensa que pasó las horas previas al partido del Madrid visionando las actuaciones de Ayala, ahora en la secretaría deportiva del club.
Las similitudes entre Otamendi y Ayala son apreciables: con cara de hacer pocos amigos en el terreno de juego, fuerte, contundente, seguro, con sentido de la anticipación y un poderoso salto. Su cuerpo tatuado y su cabeza rapada por los laterales le dan un aspecto más tosco e intimidante. Otamendi aprovecha su mayor envergadura 183 centímetros, cinco más que Ayala, para imponerse en las jugadas a balón parado tanto en defensa como en ataque. Tres goles lleva anotados el central valencianista (el Atlético de Madrid también fue víctima de un soberbio salto y cabezazo del argentino). Se diferencia de Ayala que es menos vehemente en las entradas al contrario. Tres tarjetas amarillas ha recibido en 17 jornadas. Razonables amonestaciones para un defensa que juega al límite.
Apenas transcurrida media parte de la temporada, la inversión en Otamendi se presume barata. El defensa es para la afición el emblema para recuperar el pasado glorioso del Valencia.
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