“Sigo siendo una valiente”

Carmen Martín (Roquetas de Mar, Almería, 26 años) no quiere volver a oír hablar de lesiones. Es más, se revuelve molesta cuando se le menciona aquella que puso fin a su participación en los Juegos de Londres, en la fase de grupos, y la del Mundial de 2013, durante el debut frente a Noruega. “Me da rabia que la gente solo me recuerde por lesionarme y yo llevo muchos años trabajando muy duro y haciendo muchas cosas”, se reivindica la extremo de la selección, que el domingo fue la mejor jugadora en el triunfo del conjunto de Jorge Dueñas ante Polonia (29-22) y este martes encara a Rusia (Teledeporte, 18.15). “No tengo ningún miedo, sigo siendo una valiente”, zanja, por teléfono, justo después de acabar de estirar tras un entrenamiento.

El trabajo del que hace alarde se refleja en su palmarés como internacional: plata en el Europeo de 2008; bronce en el Mundial de 2011, donde fue incluida en el siete ideal como mejor extremo derecho; y el tercer puesto en los Juegos de Londres.

En paralelo a su carrera con la selección, su trayectoria ha estado forjada a golpe de cambios bruscos. Inició su carrera profesional en el Roquetas, el equipo de su ciudad. Tras pasar por el Mar de Alicante, en 2010 fichó por el Itxako, donde aprendió a cuidarse como una deportista de élite. Dos años más tarde, dejó el club navarro después de que la plantilla denunciara el impago de nóminas. Firmó por el RK Krim Mercator, esloveno. “Un cambio radical. Una aventura”, recuerda.

Tras lesionarse en el Mundial de Serbia, el equipo esloveno rescindió su contrato y, a principios de año, la extremo pasó brevemente por España, donde recaló en el Mecalia Atlético Guardés. En verano continuó su periplo, que esta vez la llevó a Rumanía, donde ahora juega en el Bucuresti. “Otro cambio radical. Tener que aprender una nueva lengua, una nueva cultura. Y un estilo de juego que no se parece en nada al de España”, describe. “Aquí no somos tan lanzadoras. No tenemos esa mentalidad de salir tan veloces al contraataque. Corres o corres. Si no, no ves una”.

Para Martín, la clave del triunfo ante Polonia fue la defensa, y considera que en este torneo va a ser difícil jugar al contraataque. “Rusia es un equipo mucho más físico y de más calidad. Las jugadoras tienen muchísima presión por parte de su entrenador. Es un poco bestia cuando las trata y las tiene a todas al pie del cañón. Contra Hungría hicieron un buen papel. Será un partido más duro”. España se encuentra ahora en pleno cambio de ciclo. Por eso, la internacional consideraría un éxito que la selección superara la fase de grupos. En el último Europeo acabaron en la 11ª posición. “Si nos quedamos en el camino, será mucha carga acumulada”.