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Equilibrio en la escasez

Levante y Getafe empatan en intenciones y en el marcador en un encuentro de mínimos

Naldo disputa un balón con Barral.
Naldo disputa un balón con Barral.Kai Försterling (EFE)

En un partido de mínimos, de escaso juego y apenas ocasiones, Levante y Getafe encontraron un empate que puso de relieve las virtudes y defectos que acompañan a ambos equipos en esta temporada irregular que llevan desarrollando, metidos en medio de la densidad de conjuntos que figuran en la segunda parte baja de la clasificación de la Liga. El susto o el alivio en apenas tres puntos. Se adelantó el Getafe en el marcador por mediación de Yoda y Martins, el esperado hombre gol del Levante, equilibró el marcador con su primer tanto como granota.

El brasileño llegado del campeonato portugués en el que anotó 15 goles con el Vitoria de Setubal, aterrizó en el Ciutat de València con sobrepeso que conllevó una lesión muscular en el inicio de temporada. Tras perder seis kilos en poco tiempo, su organismo no resistió de nuevo el esfuerzo competitivo y volvió a recaer. Su primer gol para el Levante valió un punto para cada equipo que no satisfizo ni disgustó en demasía a dos conjuntos en busca de su alquimia.

Levante, 1 - Getafe, 1

Levante: Mariño; Iván López, David Navarro, Vyntra, Nikos; Diop, Sissoko (Rubén, m. 68); Morales (Camarasa, m. 78), Víctor Casadesús, Ivanschitz; y Barral  (Martins, m. 60). No utilizados: Jesús; Toño, Juanfran y Simao.
Getafe: Guaita; Valera, Naldo, Velázquez, Escudero (Alexis, m. 23); Juan Rodríguez, Lacen; Yoda, Michel (Pedro León, m. 78), Hinestroza (Álvaro, m. 46); y Lafita. No utilizados: Codina; Vigaray, Sammir y Diego Castro.
Goles: 0-1. M. 56. Yoda.
1-1. M. 70. Martins.
Árbitro: Melero López. Amonestó a Hinestroza, Víctor Casadesús, Lacen, Nikos, Ivanschitz, Valera y Alexis.
Unos 14.000 espectadores en el Ciutat de València.

A los cinco minutos, Lafita dio el primer aviso al Levante tras un buen control y un disparo raso que se marchó por el costado derecho de la portería de Mariño tras rozar el palo. Con más elaboración el Getafe, el Levante mantenía el equilibrio en el choque a partir del orden defensivo y los arrebatos ocasionales en ataque. Pasaban los minutos y el conjunto granota se sentía cómodo en el encuentro, apenas inquietado por un Getafe tan ortodoxo en su despliegue como inocente al acercarse al área de Mariño.

Perdió profundidad el Getafe por el costado izquierdo con la lesión de Escudero a los 20 minutos por una plancha de Barral no señalada por el colegiado que sí interpretó poco después mano de Michel tras un rechazo que cayó a los pies de Yoda que embocó a gol invalidado finalmente.

La virtud recuperada del Levante es que apenas concede espacios para el juego en corto rival, ni metros para el contragolpe. Concluye con disparos sus ataques y se posiciona rápidamente en defensa, lo que obliga al contrario a un ejercicio de tacto y precisión extrema de la cual la mitad de los equipos de la Liga adolecen, y que convierten al conjunto de Alcaraz en competitivo.

Le sabía poco el punto a Cosmin Contra e introdujo tras el descanso a Álvaro Vázquez, recuperado ya de su lesión y tras disponer de minutos en la Copa y marcar de espuela ante el Eibar. Quiso imponer su jerarquía técnica el Getafe, consciente de que su próximo rival es el Barça. La victoria le daría un impulso a un equipo ciclotímico, que encadena victorias y derrotas periódicamente. Y pareció fraguarse tras un robo de balón de Lacen que atendió la carrera de Yoda para que el francés cruzara el esférico a la derecha de Mariño. El ánimo del Levante evitó el éxito del conjunto del sur de Madrid.

Se las prometía felices el Getafe. Pero el Levante no se rinde. Le sobra pasión y compromiso. Reaccionó de inmediato el grupo de Alcaraz con la entrada de Martins y Rubén. Y el delantero brasileño que llegó al Ciutat de València con fama de goleador que cumplía su cuarto partido en Liga como granota tras sendas lesiones musculares, lograba estrenarse en el fútbol español tras un buen remate de cabeza a centro de Vyntra. El empate viró la dinámica del partido, con un Levante convencido de sus posibilidades, con la duda en el cuerpo el Getafe. Al final todo quedó en equilibrio.

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