Carmelo Anthony le arruina la fiesta a LeBron James

Los Knicks, con Carmelo Anthony a la cabeza, les estropearon la fiesta a los Cavaliers y a LeBron James (90-95). El Rey volvía a casa cuatro años y medio después de su productiva etapa en Miami, con cuatro finales y dos anillos. Cleveland celebró el acontecimiento por todo lo alto. Las 20.000 personas que llenaron el Quicken Loans Arena vibraron cuando LeBron fue presentado y cuando realizó su ritual previo al inicio del partido lanzando polvos de talco al aire. La atmósfera no podía ser más propicia para el equipo que ahora dirige David Blatt. Incluso el rival, los Knicks, parecía una víctima propiciatoria a tenor de su descalabro el día anterior frente a Chicago Bulls. No fue así.

Los Knicks redujeron a mínimos el ataque de los Cavaliers, que pagaron el discreto partido de Lebron, con 17 puntos en una floja serie de 5 de 15, incluido un 1 de 5 en triples, además de 8 pérdidas de balón. En cambio, Carmelo Anthony, que se emparejó a menudo con LeBron, se mostró muy entonado y sumó 25 puntos y 6 asistencias. Estuvo bien acompañado por Shumpert, con 12 puntos, el mismo registro que Jason Smith y, por JR Smith, que anotó 11 puntos y dio 7 asistencias.

Los Knicks acertaron a regular en los minutos finales y no cedieron a pesar de que Love, con 19 puntos y 14 rebotes, y Kyrie Irving, con 22 puntos y 7 asistencias, consiguieron situar a los Cavaliers a solo tres puntos cuando quedaban 40 segundos para el final. En ese momento crucial, Carmelo Anthony, desde la esquina y a pesar de que su lanzamiento fue punteado muy de cerca por la mano de LeBron, obtuvo desde la canasta que sentenció el duelo.

La victoria de los Knicks tuvo el mérito de que no pudieron contar con Calderón, que se lesionó durante el calentamiento del primer partido ante los Bulls. En las pruebas médicas que se le efectuaron se apreció que sufre una rotura muscular en el gemelo de la pierna derecha. Su equipo informó de que será baja durante dos o tres semanas. Su baja se añade a la del pívot italiano Andrea Bargnani.

“Entiendo lo mucho que significo para este equipo, para esta franquicia, para esta ciudad y este estado. Es uno de los eventos deportivos más grandes de la historia”, dijo LeBron poco antes del inicio del partido. La estrella de la NBA, a sus 29 años, afronta el reto de alcanzar el anillo con el equipo en el que debutó y se hizo grande en la competición. En sus siete temporadas con los Cavaliers solo pudo alcanzar una final, la de 2007, en la que fueron barridos por San Antonio Spurs.

Ricky manda en Mineápolis

Los Wolves se estrenaron con buen pie en casa. Derrotaron a los Pistons por 97-91 en un partido en el que Ricky Rubio volvió a subrayar su papel de líder del equipo. Jugó 29 minutos en los que sumó 11 puntos, 8 asistencias y 7 rebotes. Corrigió las 7 pérdidas del día anterior y solo cedió un balón en su duelo con Brandon Jennings. La pareja interior de los Wolves se mostró sólida y resolutiva, con 19 puntos y 5 rebotes de Thaddeus Young y 17 puntos y 10 rebotes de Pekovic.