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Márquez borda el guion

El español, segundo por detrás de Lorenzo, culmina la carrera perfecta Se convierte en el piloto más joven en encadenar dos títulos por delante de Hailwood

Nadia Tronchoni
Lorenzo y Rossi bañan en champán a Marc Márquez
Lorenzo y Rossi bañan en champán a Marc MárquezKIMIMASA MAYAMA (EFE)

El guion estaba bien estudiado. Y lo bordó. No admitió duda alguna. Porque su carrera fue perfecta. De principio a fin. Por la cautela inicial. Por el atrevimiento después. Por la ambición. Y la inteligencia de la que echó mano en cuanto había logrado su objetivo. Y el objetivo era coronarse como campeón del mundo por segundo año consecutivo a la primera oportunidad. Por qué esperar. Y no lo hizo. Sigue reescribiendo la historia Marc Márquez, 21 años, un talentazo, pura devoción por la victoria. Lo hizo en Motegi, en el circuito de Honda, la fábrica que apostó por él con los ojos cerrados después de verle sumar una hazaña tras otra en Moto2, la casa que le puso un talonario en blanco a principio de curso para que su historia de amor no terminara tan pronto. Y lo hizo con la templanza que le caracteriza. Y suma otro récord a su lista interminable al convertirse en el piloto más joven en ganar dos títulos consecutivos de la categoría reina. Ha batido a Mike Hailwood, una leyenda.

Márquez tenía ganas de demostrar que no sólo es visceral su pilotaje, también sabe correr con la cabeza

El de Honda salía desde la cuarta posición de la parrilla. Y aunque atendió a la llamada del semáforo, se encontró con Lorenzo en la salida y se tomó el toque como un aviso. Debía controlar los riesgos. No podía cometer los mismos errores que en Aragón o en Misano, no podía volver a fallar, como había hecho el viernes en los entrenamientos. No se podía dejar llevar por las emociones. Y fue más racional que nunca. Completó aquella primera vuelta con paciencia. Cayó a la sexta plaza y pasó por meta por vez primera en quinto lugar. Si bien, tampoco es que se anduviera con chiquitas. El primer adelantamiento lo hizo en aquel primer giro: adelantó a su compañero de equipo, Pedrosa, uno de los que podía aguarle la fiesta. A la tercera vuelta alcanzó y cazó a Iannone. Y se concentró en su ritmo, fantástico, para reducir las distancias que le separaban del grupo en cabeza, liderado todavía entonces por Rossi, con Lorenzo y Dovizioso pisándole los talones.

Márquez celebra con sus compañeros de Honda el segundo título de campeón de MotoGP
Márquez celebra con sus compañeros de Honda el segundo título de campeón de MotoGPshizuo kambayashi (AP)

Después de ocho vueltas, tras haber rodado y estudiado sus movimientos, Márquez adelantó al de Ducati. Fue en las eses que siguen al primer túnel de Motegi, entre las curvas siete y ocho. Y repitió la operación con Rossi, a quien Lorenzo –a la postre campeón de la carrera– había adelantado (vuelta cinco) magistralmente en la curva 11, al final de la bajada, con una frenada maravillosa. El de Honda se puso a rueda de su ídolo. Y esperó. Aguardaba el momento oportuno. Sabía que le pillaría en algún renuncio. Quedaba más de la mitad de la carrera. No cabía la precipitación en su plan. De eso le sobró en las últimas dos pruebas y no caería de nuevo en la trampa. Cuando supo dónde lanzaría en ataque, en la novena curva, terminó de urdir su plan: le enseñó la rueda a Rossi a falta de nueve vueltas. Pero el italiano, perro viejo, no se deja impresionar por nadie. Aguantó impertérrito hasta el siguiente viraje. Y defendió su posición. Claro que no se achanta Márquez, ni que el título esté en juego. Volvió a probar un giro después. En el mismo punto. Y esta vez ya no hubo nada que hacer.

Su ritmo le hubiera permitido un último intento. Pero Márquez tenía ganas de demostrar que no sólo es visceral su pilotaje, también sabe correr con la cabeza. Por eso no se esforzó más que en mantener su ritmo constante y distanciarse de Rossi. No le importaba que esta vez ganara otro, siempre que no fueran ni el italiano ni Pedrosa, los únicos que podían retrasar el alirón. Y completó su carrera más perfecta, esa en la que exhibió sus mejores cualidades: el atrevimiento y la inteligencia. Montado en una Honda fantástica, una máquina hecha a su medida, el chico de Cervera marca estilo y saca pecho entre la mejor generación de pilotos de la era moderna del motociclismo.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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