Alonso deja en el aire su futuro

La rajada de Fernando Alonso hace dos semanas en la jornada previa al arranque del Gran Premio de Singapur —acusó a su propio equipo de filtrar información a la prensa acerca de su futuro— no es más que la radiografía del momento por el que pasa el español, el más delicado en los casi cinco años que lleva como punta de lanza de Ferrari. Entre el mosqueo que acumula y la poca rotundidad de ambas partes cuando se les pide que confirmen que seguirán juntas a medio plazo, los rumores acerca de un posible cambio de aires del asturiano se han multiplicado. Por más que su contrato expire en 2016, nadie sabe a ciencia cierta qué colores vestirá el año que viene, y en las últimas semanas se le ha colocado en McLaren, en Red Bull y hasta en Mercedes; “Tengo las opciones encima de la mesa, y mi prioridad es hacer aquello que sea mejor para Ferrari”, dijo en Suzuka.

Alonso tiene la llave para desatascar el mercado (otra cosa es que se decida a usarla) por ser considerado el piloto más completo de la parrilla por la mayor parte del paddock, desde sus rivales a los jefes de equipo y pasando por los excorredores. “Si no ganas títulos nadie pensará que eres el mejor. Estoy en el mejor momento de mi carrera, me siento bien, me siento fuerte, mi conducción se adapta bien a los cambios que precisa cada coche. Espero poder sacarle provecho en los próximos años”, reitera. A su favor tiene algo que le diferencia del resto, y es que su talento no ofrece duda.

No gana el título desde 2006, pero muchos rivales le ven aún como el piloto más completo

Seguramente, el caso más revelador por actual sea el de Sebastian Vettel. En cinco meses, el tetracampeón ha pasado de ser el romperécords a ver cómo Daniel Ricciardo, un australiano recién aterrizado en Red Bull procedente de Toro Rosso y que nunca antes se había subido al podio, le saca más de 100 puntos en la tabla y es el único que hasta ahora ha conseguido ganar —lo ha hecho tres veces— al margen de los Mercedes. Luego está Lewis Hamilton, que después de coronarse en 2008 vio cómo Jenson Button, posiblemente el campeón que más incógnitas genera de todos, le superó habitualmente en 2011 en la etapa que compartieron en McLaren. Aquel curso, Button terminó el segundo y Hamilton el quinto, a más de 40 puntos de él. Y para rematar el asunto solo hay que echarle un vistazo a las estadísticas de Kimi Raikkonen, a quien Alonso ha pasado por encima una y otra vez a pesar de conducir ambos el F14T. A las puertas del Gran Premio de Japón que este domingo se disputa en Suzuka, el ovetense ocupa la cuarta plaza de la clasificación, con dos podios, mientras que para encontrar al finlandés hay que bajar la mirada hasta la undécima plaza, con 88 puntos menos y sin haberse encaramado al cajón.

A diferencia de todos ellos, a Alonso nunca, desde que debutó con Minardi hace más de 13 años, ningún compañero le ha dejado en evidencia y ni siquiera ha sumado más puntos que él. En los 14 campeonatos que figuran en su hoja de servicios siempre se ha impuesto al del otro lado del garaje, y sólo Hamilton consiguió igualarle —empataron a puntos en 2007 cuando formaban en McLaren—. A pesar de ser el campeón que hace más años que lo fue (2006), su rendimiento casi siempre ha excedido el del monoplaza que le ha tocado pilotar, una impresión generalizada y una tendencia que en estos últimos años, vestido de rojo, aún se ha acentuado más. Si Raikkonen prefiere callar casi siempre pero especialmente si se trata de lanzarle piropos a su colega, quien no tiene ningún problema en reconocerle sus méritos es Felipe Massa, que le tuvo al lado y le sufrió tres años (2010-2013), siempre desde atrás. “Schumacher era muy, muy bueno. Era increíble y un piloto muy completo. Pero creo que tal vez Fernando sea aún más perfecto que Michael”, afirma el brasileño.