Un invitado de lujo en casa de Rossi

A poco más de 12 kilómetros del circuito de Misano se encuentra la localidad de Tavullia, el pueblo de Valentino Rossi. Y allí, a unos 20 minutos en coche del epicentro de la actividad de este fin de semana, el del Gran Premio de San Marino, el de Yamaha pretende organizar una de esas concentraciones moteras que tanto le gustan. La reunión se celebrará el martes en el circuito que el campeón italiano se ha montado al lado de casa. Lo llaman el Ranch. Y ya ha acogido encuentros de altura, como el que hizo hace aproximadamente un año, con la presencia de Nicky Hayden o los australianos Jack Miller y Arthur Sissis, además de los colegas italianos de Rossi, especialmente los jóvenes pilotos de Moto3. Esta vez, sin embargo, será la primera para el campeón de MotoGP, Marc Márquez. El español, líder del Mundial con 11 victorias, ha planeado quedarse unos días más en la costa adriática para atender a la convocatoria de Rossi. Honda le ha conseguido una moto con la que correr y él, competitivo como pocos, ya ha convencido a dos de sus mecánicos para que también le ayuden a poner a punto la máquina. El piloto de Cervera (Lleida) ya sabe que se encontrará una tierra muy árida y qué tipo de trazado. Márquez está acostumbrado a este tipo de entrenamientos con motos de dirt track o motocrós, aunque tanto a él como a Rossi el entorno les aconseja que dejen apartadas las motos de cross por el riesgo que suponen.

El chico de Honda dedica muchas más horas al dirt track, una especialidad muy americana a la que se aficionó el año pasado. Y ha arrastrado consigo a su hermano Àlex, piloto de Moto3, y a su amigo Tito Rabat, líder de Moto2. Con ellos ha formado el llamado Rufea Team, por las jornadas de carreras que montan en un escenario similar al que se encontrará el martes, aunque el suyo está en Rufea, a las afueras de Lleida, y no suele acoger tal cantidad de pilotos como el de Rossi.

El Ranch es una pista de 2,5 kilómetros muy dura físicamente” Alberto Tebaldi, agente de Rossi

“El Ranch es una pista de 2,5 kilómetros muy dura físicamente”, señala Alberto Tebaldi, representante del italiano. Es allí donde se entrena Valentino, que no es amante de los gimnasios ni tiene debilidad por la bicicleta, como sí les ocurre a muchos pilotos del Mundial. Y lo hace, habitualmente, rodeado de jóvenes promesas. Muchas de ellas están en la academia de pilotos que lleva su nombre, otros como Fenati o Bagnaia son sus pilotos en el equipo de Moto3, y también son asiduos como su amigo Mattia Pasini. También Miller, la apuesta de futuro de Honda, repetirá como invitado la semana próxima. “Vale trabaja mucho en la pista. Y ha cambiado su forma de hacerlo con el paso de los años porque la exigencia ha cambiado, también el estilo de pilotaje. Y en eso le ha ayudado la Academy, porque de pasar el invierno trabajando solo a hacerlo con sus amigos, también pilotos, es muy diferente”, explica Tebaldi.

“Esto es como el sueño que tienes de niño, cuando piensas que en algún momento podrás comprarte tu propio circuito. Encontramos este lugar hace cuatro años, está muy cerca de mi casa, y nos pusimos a trabajar: construimos cada curva. Este trazado es algo especial. Nunca vengo solo, siempre me traigo a mis amigos”, corrobora el italiano. Son declaraciones tomadas al piloto allí mismo, mientras otea el horizonte orgulloso, en un vídeo subido a su canal de YouTube. Márquez lo descubrirá el martes que viene, dos días después de haberse medido a Rossi en Misano.