“Los equipos cada vez nos estudian más y nos lo ponen más difícil en ataque”, dice Gabi. Desde mediados de la temporada pasada existe en el Atlético la sensación de que el equipo necesita variantes. Se percibía que el equipo ya había entrado en esa fase en la que su fórmula gana dora empezaba a encontrar antídotos. La llegada de Alessio Cerci (27 años) para las próximas tres temporadas encaja dentro de esas necesidades de Simeone de introducir variantes ofensivas. En un principio, llega como un futbolista idóneo para ensanchar el campo, ahora que con Mandzukic el conjunto necesita futbolistas que le abastezcan de centros de los costados. “Nos puede dar variantes. Es bueno, pero para jugar aquí hay que correr”, advirtió ayer el Mono Burgos en Onda Cero.
Zurdo, hábil en el uno contra uno y buen pasador (13 asistencias en su última temporada), en el Torino también ha explotado una notable llegada al gol (13) rompiendo con diagonales desde la banda de derecha. Su llegada supone el último gran esfuerzo económico del club por tratar de contentar al técnico. Cerci es una petición expresa de Simeone. El traspaso se ha fijado en unos 15 millones más bonus. La dirección deportiva empezó a dar señales del interés cuando en el mes de abril se desplazó a Italia para seguir sus evoluciones de cerca.
Sabe regatear muy bien, tiene velocidad y técnicamente es un crack” Arrigo Sacchi
“Sabe regatear muy bien, tiene velocidad y técnicamente es un crack. Quizá su mayor defecto es que no se mueve mucho”, le define Arrigo Sacchi. Para el ex seleccionador italiano y ex entrenador del Milan, a Cerci le vendrán bien el Atlético y los métodos de Simeone: “Le va venir muy bien llegar a un equipo que tiene claro a qué juega. Tácticamente va a crecer mucho con El Cholo”.
Cerci es uno de esos talentos italianos que tardan en aparecer en primera línea del escaparate pese a su precocidad en saltar a la Serie A. Fabio Capello le hizo debutar con 16 años en el Roma deslumbrado por su capacidad de desborde. Tras varias cesiones y un par de temporadas en el Fiorentina, Cerci ya no es aquel driblador empedernido y anárquico de sus inicios. Hace tiempo también zanjó con unas declaraciones las leyendas sobre su vida privada. “No fumo, no bebo y no voy de putas”, llegó a decir. En Italia cuentan que durante su estancia en Florencia se enfrentó a un agente de tráfico que encontró su rutilante Maserati mal estacionado. Cerci aceptó cambiarlo de sitio, “pero solo cuando haya terminado de comer”, espetó al guardia.
En el Torino, el viejo zorro Giampero Ventura le ayudó a encontrarse en el campo y fuera de él. Su crecimiento le llevó hasta la selección absoluta. Prandelli le incluyó en la lista para el Mundial de Brasil, aunque solo fue utilizado 20 minutos ante Costa Rica.
Incorporado ya al Atlético, como el resto de los nuevos fichajes, tendrá un trabajo extra que realizar. Sesiones tácticas fuera de las horas de entrenamiento para acelerar el aprendizaje de los movimientos.
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