El Oporto se estrena con victoria

Julen Lopetegui es el único entrenador extranjero de la liga portuguesa de 18 equipos. Por eso y porque entrena al Oporto, las miradas de la primera jornada se centraron en el español. El estreno no pudo ser mejor: victoria, buen juego, alabanzas del presidente y descubrimiento de otra perla de la cantera portuense.

En una liga habitualmente de dos -Oporto y Benfica-, el pasado año se rompió la racha con un tercero en discordia, el Sporting de Lisboa, que término segundo por delante del Oporto, que se quedo sin título alguno. No puede repetirse ese desastre y para eso ha llegado Julen Lopetegui y una cuadra de jugadores españoles habituados al toque y al fútbol ofensivo. Sin embargo, la estrella de la victoria ante el marítimo fue Rubén Neves, un chaval de 17 años que fue declarado el mejor jugador del partido y que además marcó uno de los dos goles del triunfo. El español Oliver Torres, cedido del Atlético de Madrid, también jugó a buen nivel al igual que el exgranadino Brahimi.

Con el mismo resultado sacó adelante el actual campeón, el Benfica, su partido de inicio de liga. Pese a los muchos cambios en el Oporto, las mayores dudas de este comienzo se centraban en el Benfica que ha roto el equipo titular del la pasada temporada por exigencias económicas y de los fondos propiedad de futbolistas que los mueven de clubes al margen de los deseos del equipo en el que milita. El entrenador Jorge Jesús pide refuerzos pero mientras va sacando los partidos adelante aunque con apuros. Sólo por penaltis fue capaz de derrotar a Río Ave en la Súper Copa portuguesa y en la Liga un 2-0 ante un rival menor.

El tercero en discordia, el Sporting, se dejó un punto en el tiempo de descuento, su pretemporada ha sido perfecta gracias a que ha sido el único equipo de los 18 que ha mantenido el bloque de la pasada temporada, sim embargo no tiene banquillo y sus principales figuras aún van a ser tentadas para salir del equipo en el tiempo que queda hasta a septiembre. Si se le escapa Rojo o William Carvalho dura adiós a cualquier pretensión de aspirar a los títulos, ante rivales que le triplican en presupuesto. Lo que hizo el pasado año fue una heroicidad y repetir ese segundo puesto, con Ue de entrenador y sin figuras sería prácticamente imposible.