Matuidi destroza a Onazi

Acostumbrado como está a ir al límite, siempre con el despliegue como seña de identidad, Blaise Matuidi realizó una entrada terrorífica sobre Ogenyi Onazi, mediocentro de Nigeria. Así, con los tacos por delante, quizá con la intención de robar el balón, Matuidi entró con todo y llegó tarde. Lo hizo sobre el tobillo del rival, que crujió sin remedio. Según el parte médico, Onazi sufre una rotura de tibia y peroné, además de los ligamentos. Lesión horrible que al menos necesitará seis meses para cicatrizar.

El árbitro estadounidense Marc Geiger, en cualquier caso, juzgó la acción en el césped y solo le enseñó la cartulina amarilla al mediocentro del PSG, que está completando un buen torneo. "No quise hacerle daño, estoy decepcionado porque no soy un mal jugador”, explicó después el propio Matuidi; "pido disculpas. Fui a su vestuario para disculparme. Debí haber corrido, pero elegí disputar el balón”. Queda por ver, en cualquier caso, si la FIFA toma cartas en el asunto y actúa de oficio, por más que la acción ya fue juzgada por el colegiado sobre el césped.

La entrada de Matuidi, al igual que el codazo del central galo Sakho sobre el ecuatoriano Minda, ha electrificado el ambiente que rodea al Mundial, toda vez que no han sido castigadas por la FIFA de inmediato, cosa que sí hizo en el mordisco del reincidente Luis Suárez sobre Chiellini. Entonces, el castigo fue de nueve encuentros, 82.000 euros y la imposibilidad de estar en un recinto deportivo por cuatro meses. No son pocos los que defienden que la dentellada, por más deplorable que sea, no produce ni de lejos el daño que sí hacen estas entradas escalofriantes. Aunque también hay quien dice que Matuidi y Sakho entraron en la disputa del balón -"fue en un lance del partido", esgrimió la FIFA, al tiempo que Luis Suárez solo quería ganar la posición, sin el balón de por medio.