Varane mete presión a Pepe
La rodilla dañada del central francés obliga al portugués a probarse al 50%. “No será un partido de individualidades”, avisa Ancelotti
La final soñada por el vestuario del Madrid se fue transformando, poco a poco, en la final que nadie imaginó. Bastaba con contemplar el semblante de preocupación de Carlo Ancelotti en la conferencia de prensa en el Estadio da Luz. Los ojos se le hundían en el rostro abotargado, pálido, casi traslúcido. El entrenador reflejaba la tensión nerviosa impropia de alguien acostumbrado durante toda la vida a maniobrar en el alambre. La responsabilidad de tener que resolver una avalancha de problemas en el día más importante de la temporada le transformó físicamente. “No estoy tenso”, dijo, cuando alguien le llamó la atención sobre su rictus torvo. “Estoy concentrado. Es un partido muy importante”.
Ancelotti improvisó el discurso para disimular, no fuera a transmitir información comprometedora al enemigo. La realidad es que lo embargaban tres dudas capitales. Tres dudas provocadas por tres accidentes simultáneos en el día más trascendental de la última década para el Madrid. Primero, la posible baja de Benzema unida a la baja segura de Alonso, una suma de ausencias traumática para el funcionamiento del equipo. Segundo, la incógnita de Illarra, con quien entrenó toda la semana pero no acabó de convencerse porque son los propios futbolistas los que no ven asentarse al mediocentro vasco. Y tercero, la concatenación de lesiones en el eje de la zaga, en donde a la rotura fibrilar de Pepe se añadió la inflamación de la rodilla derecha de Varane, el sustituto natural.
Ramos, que acompañó al entrenador, también se mostró turbado. Le preguntaron al segundo capitán si le preocupaba que jugara Diego Costa y confesó la verdad: “A mí me preocupan Pepe, Karim y Cristiano, que han arrastrado molestias toda la semana…”.
Al técnico italiano lo embargaban tres dudas capitales: la posible ausencia de Benzema, la incógnita de Illarra y el eje de la zaga
Ancelotti hizo un apunte revelador. “Ahora”, dijo, “tenemos que evaluar la situación de Pepe y Benzema que no han entrenado esta semana. Esta tarde decidiremos si pueden jugar o no”. Efectivamente. Tras la conferencia los jugadores hicieron una práctica ligera en Da Luz bajo la mirada seria del entrenador y el responsable de los recuperadores. En la concentración reconocen que la situación es alarmante. Que Pepe no está ni al 50% pero que Ancelotti podría ponerle a jugar porque la rodilla de Varane está hinchada.
“No será un partido de individualidades”, avisó Ancelotti. “Ganará el que sea más equipo”. Fue su última sentencia antes de irse a inspeccionar a sus futbolistas por última vez. Nadie mejor que el técnico sabe que la estructura de su grupo se apoya en fundamentos cada vez más inestables y que lo más importante para sostenerla será la voluntad de sacrificio de los futbolistas. Unos chicos que, en los últimos partidos de Liga, no se han mostrado del todo generosos con la causa común.
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