Lorenzo: “No estaba pensando en lo que tenía que pensar”

Los pilotos formaban en la parrilla. Estaban preparados para la acción. Un pie en el suelo, el otro en la estribera. El semáforo se puso en rojo e inmediatamente alguien se adelantó. La Yamaha de Jorge Lorenzo salía disparada desde el centro de la pista, de la segunda línea hacia la primera curva como un cohete mientras el resto aguardaba inmóvil por unos segundos hasta que el semáforo se apagó. ¿Qué ocurrió? “La he hecho demasiado bien”, bromeaba el piloto, que no pudo sumar más que seis puntos en una carrera en la que aspiraba a subirse al podio. Lo que le pasó es que perdió la concentración en un momento clave, algo inusual en él. “Al dar la vuelta de reconocimiento tenía muchos mosquitos en la visera y al llegar a la posición de salida me que quitado la película, algo que no hago nunca. Eso me ha despistado. El semáforo ha tardado mucho en ponerse en rojo, tenía la sensación de que ya llevábamos mucho tiempo preparados para salir y en cuanto se ha encendido pensaba que esa era la salida”, relataba al finalizar la prueba en décima posición. “Ha pasado que no estaba pensando en lo que tenía que pensar. Ha sido un fallo garrafal. He pedido disculpas al equipo”, añadió.

Lorenzo hacía esfuerzos por ser positivo. “He sumado los primeros puntos del año. Y no me he caído, que con lo que me ha pasado es fácil volverse loco al intentar recuperar lo perdido y cometer un error. Este ha sido uno de los fallos más grandes de mi carrera. Pero como se puede volver atrás me he concentrado en hacer una vuelta rápida, entrar en boxes e ir lo más rápido posible”. La carrera en sí, además, fue para olvidar. No se encuentra el mallorquín cómodo en este circuito, tan poco agradecido para la Yamaha. “No podía ir rápido con la moto”. Ahora no le queda otra que mirar adelante. “El puzzle todavía está incompleto, hay que juntar todas las piezas, esperar que todo salga bien y volver a ser competitivos”.

“El campeonato es muy largo”, repetía por diferentes motivos Marc Márquez. “Esto es muy largo. El año pasado era yo el que estaba a 35 puntos del líder después de cinco carreras”, recuerda. Y cree que el cero de Catar y la situación vivida en Austin le condicionarán hasta que vuelva a ganar una carrera “y recupere la confianza”. “A mí me pasó en 2011: perdí tres carreras seguidas y en Le Mans pasé todo el fin de semana condicionado por los errores hasta que gané”.

Cuando vio pasar a Lorenzo Márquez pensó que había vuelto a fallar en la salida. “Pero vi que negaba con la cabeza y entonces lo entendí todo”. Le siguió durante aquella primera vuelta y le perdió de vista después. Caminaba hacia su segunda victoria. Desde que los hizo Mick Doohan en 1995 nadie había comenzado el año como lo ha hecho Márquez: con dos poles y dos victorias consecutivas. “No hay duda. Hemos empezado bien el año. Es el inicio soñado, pero esto es muy largo”. Solo espera que no haya más carreras como la de este domingo en Asutin, que ganó tras dominarla de principio a fin, sin adelantamientos ni lucha alguna por estar en el podio. “Esto es aburrido para el aficionado y también para mí”, confesaba.