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Checo Pérez recobra la sonrisa

El mexicano, felicitado por Peña Nieto, sube al tercer escalón del podio tras cincelar su figura en el gimnasio y cambiar de equipo

Juan Diego Quesada
Sergio Pérez, tras quedar tercero en el GP de Bahréin
Sergio Pérez, tras quedar tercero en el GP de BahréinGETTY IMAGES

Sergio Checo Pérez volvió a cantar bingo este domingo. El piloto de Force India logró la tercera posición del Gran Premio de Bahréin. Llevaba 29 carreras sin un triunfo que echarse a la boca. Demasiado tiempo para The Mexican Wunderkind, como le bautizó la prensa anglosajona. Tras su decepcionante paso por McLaren, el mexicano se reivindicó y de qué manera.

La llegada de Checo al circuito en 2011 levantó mucha expectación. Le avalaba uno de los hombres más ricos del mundo, el magnate de la telefonía Carlos Slim. Parecía que el chico solo tenía que agarrar un poco de pista para echar a volar. Se le auguraba una irrupción tan meteórica como la del británico Lewis Hamilton. Dejó muestras de calidad en sus primeras carreras pero no llegó a explotar del todo. Pérez ha ido topándose con muchas piedras por el camino.

Tras bajar del cajón en Bahréin se acordó de su etapa más oscura en la élite: “Es el cuarto podio en mi carrera pero este ha sido algo muy especial. Tengo la oportunidad de pelear por podios. El año pasado nunca pude hacerlo y hoy me acuerdo de todos esos malos momentos". Checo, de 24 años, sufrió durante la temporada pasada la férrea disciplina de McLaren. Poco acostumbrado a ejercitarse físicamente, su antigua escudería le obligó a pasar por el gimnasio y a ponerse a régimen. El preparador Simon Reynolds se encargó de que mejorara a nivel cardiovascular y de fuerza. Checo cambió físicamente pero los resultados no fueron los esperados.

Su llegada a Force India, con el alemán Nico Hulkenberg como compañero, supone volver a empezar. El director de la escudería, Vijay Mallya, le regaló los oídos cuando lo contrató resaltando que su mezcla de juventud y experiencia les hará triunfar. “Tiene un talento increíble”, ahondó, una frase que lleva escuchándola desde que a los seis años se subió a un kart. Ya entonces era el más rápido. Este fin de semana ha quedado claro que tiene lo necesario para estar entre los primeros.

El piloto nacido en Jalisco, la tierra de los mariachis, recibió una catarata de elogios. Sus compatriotas lo habían visto por televisión sujetando una copa y levantando el dedo pulgar con orgullo. El presidente mexicano Enrique Peña Nieto escribió en Twitter: “Felicidades a @SChecoPerez por haber subido al pódium de ganadores en el #GPBahrein2014. ¡Gran carrera!”. El alcalde de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, consideró su tercer puesto “un gran logro” y el presidente de la Cámara de Diputados, José González Morfín, deseó que “ojalá sea el inicio de un gran año”. Checo volvía a estar en boca de todos.

Pérez ha llegado a la alta competición de la mano de Slim (“Carlos es una persona muy importante para mí, si estoy donde estoy, es gracias a él”), pero él solito se tiene que ir abriendo paso en el competitivo mundo de los bólidos. Los cronistas de Fórmula 1 destacan que su familia y sus amigos son los que más color le dan al paddock pero no se puede ocultar que últimamente no le habían salido las cosas como planeaba. “Quiero agradecerles a toda la gente, a todo mi país, que me ha apoyado en los malos momentos”, repitió Pérez por si quedaba alguna duda. El chico, después de todo, parece haber recobrado la sonrisa.

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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