El Bayern no remata al United

Tan superior como se preveía en el centro del campo, el Bayern flaqueó, sin embargo, en las áreas, donde encontró seria resistencia en el Manchester United. El cuadro de Guardiola pecó de un exceso de retórica hasta que entró Mandzukic, sirvió a Schweinsteiger y pudo igualar el tanto previo de Vidic a la salida de un córner. Para cuando quiso rematar la eliminatoria con el croata y Götze, le fallaron las fuerzas y se quedó sin dos de sus puntales para la vuelta: Javi Martínez por una amarilla y Schweinsteiger por una doble amonestación (m. 90), muy discutida la segunda por Pep con el árbitro español Velasco Carballo. Ausencias que duelen porque se añaden a la del lesionado Thiago, aunque recupere al central zurdo Dante.

Beckenbauer debía de removerse en su butaca ante tanto pase sin apenas profundidad de su querido Bayern. Consecuencia de un Manchester enclaustrado en su campo para evitar dejar espacios a la espalda de su defensa. La paciencia en la elaboración del conjunto de Pep contrasta con la cultura del club bávaro, tradicionalmente más precipitado para concluir las jugadas. Aun sin Thiago, el cuadro bávaro siguió amasando la pelota a través de Lahm, Schweinsteiger y Kroos.

El Bayern se asemejó a España cuando se atasca en un control interminable ante rivales amurallados. Old Trafford contempló con resignación esa inferioridad de su equipo. Pero se marchó esperanzado al descanso porque, a la hora de la verdad, le habían salido las cuentas: una clara oportunidad para equipo, salvados por sus respectivos porteros. De Gea respondió con una bella palomita a su costado izquierdo para desviar un tiro combado de Robben desde la frontal. Neuer se agigantó al desviar con su manopla derecha el intento de cuchara de Welbeck, solo ante el meta alemán. Recogió un servicio raso en profundidad de Rooney y aprovechó un error al tapar de Boateng, el compañero de Javi Martínez en el centro de la zaga bávara. El internacional español estuvo impecable en la presión desde la medular para evitar que el United saliera a la contra.

El rocío se adueñó del césped de Old Trafford y los tacos de los futbolistas sucumbieron a un terreno muy resbaladizo. Así desperdició algunas ocasiones el Bayern, sin traducir su hegemonía en ocasiones. En parte por la nula finura de Müller, en posición de falso nuevo, según el esquema preferido por Pep. A los 40 años, Giggs ya no pudo aguantar el ritmo impuesto por el Bayern en la primera parte y dio paso tras el descanso al japonés Kagawa. La presencia más adelantada de este consiguió estirar al United mientras el Bayern seguía estrellándose contra el muro inglés.

En los córners a favor, además, el Manchester sigue siendo una autoridad. Lo demostró Vidic al rematar de cabeza, casi de lado, un centro de Rooney desde la izquierda. Al Bayern le entraron las prisas y Guardiola activó un cambio cantado: Mandzukic ocupó la plaza del desenfocado Müller.

El delantero croata solo necesitó cuatro minutos para mostrar una de sus especialidades. La de bajar y ceder atrás con la cabeza la pelota centrada desde una de las bandas, en este caso la derecha por medio del lateral Rafinha. La pateó Schweinsteiger a bote pronto y con la zurda, ligeramente con el exterior, mientras Fellaini miraba y De Gea no tenía respuesta. El balón entró por la escuadra. Muy seguro toda la noche, el meta español suma puntos ante la vacante dejada en La Roja por el lesionado Valdés.

Abierta la caja, la idea de Pep era rematar al United. De ahí la entrada de un Götze mucho más vertical que el ayer demasiado horizontal Kroos. Pero Götze apenas entró en calor y el Bayern ya no consiguió empotrar al United. Moyes, por su lado, le dio los últimos cinco minutos a Chicharito en busca de un efecto definitivo. No hubo tal pero sí un beneficio inesperado en las opciones del Manchester: las bajas de Javi Martínez y Schweinsteiger en la apasionante vuelta del próximo miércoles en el Allianz Arena.