Otro ‘hombre Tour’ se infiltra
Van Garderen aprovecha el marcaje entre los favoritos para ganar la etapa reina Purito Rodríguez sigue líder
Quizás la pregunta estaba equivocada, aunque la respuesta habría sido seguramente la misma. En vez de preguntarle a Alberto Contador si las extremas condiciones meteorológicas en que se disputó la etapa —esto es, nieve, niebla, frío, invierno crudo, todo eso— habían condicionado la forma en que se peleó —esto es, trabajo de desgaste hasta los dos últimos kilómetros, donde, entonces sí, y no antes, no donde se puede hacer daño y sorprender y hacer juego de equipo y todo eso, se produjeron los consabidos ataques sin futuro—, tal vez habría que haberle preguntado si la responsable del quietismo y tanta espera en la etapa reina no habría sido la falta de imágenes televisivas que, provocada por la misma niebla y nieve, hubiera hecho a los corredores reflexionar y concluir que para qué moverse si nadie les iba a ver.
CLASIFICACIÓN GENERAL
1. JOAQUIM RODRIGUEZ (ESP/Katusha) 17:47:34.
2. Alberto Contador (ESP/Tinkoff) a 4.
3. Tejay van Garderen (USA/BMC) 7.
4. Romain Bardet (FRA/AG2R) 10.
5. Nairo Quintana (COL/Movistar) m.t.
6. Christopher Froome (GBR/Sky) 17.
10.DAVID ARROYO (ESP/CAJA RURAL) 45.
14.DANI MORENO (ESP/Katusha) 1:16.
15.LUIS ANGEL MATE (ESP/Cofidis) 1:18.
La respuesta del corredor que ayer, allí, en la montaña en la que nace el Ter, el río catalán por excelencia, sí que pudo con Purito y con Nairo y con Froome, pero por la mínima e insuficiente expresión, y por detrás de otra pareja de corredores que quieren también hacer del Tour en julio su carrera, fue sencilla: “El recorrido es el que era. Estuve viendo en Youtube la misma llegada a Vallter 2.000 del año pasado y entonces fue igual: un gran grupo de más de 20 juntitos hasta los últimos kilómetros, donde la llegada, y la victoria de Nairo, se resolvió también por la mínima. Mi equipo ha intentado endurecer la carrera en el penúltimo puerto, pero tampoco ha valido para mucho. Con este recorrido…”.
No era quizás Contador, quien probablemente, como todos, da ya la Volta por ganada a Purito aunque solo esté a 4s en la general de su rival catalán (y pese a las bonificaciones que se repartirán en tres días de sprint que se esperan), el único frustrado tras la invisible etapa reina. También los periodistas del siglo XXI, que siguieron la etapa por las informaciones de radio Tour como hacían sus colegas hace 60 años, se quedaron con las ganas de oír por parte del relator algo más que escuetas referencias de tiempos y kilómetros con que se rellenaba la nada, lo que ocurría, sino algo más de acción radiada que les diera pie a, con la ayuda de una necesaria inventiva creadora, poetizar ataques y derrotas, victorias y desfallecimientos súbitos, épicos. Nada de esto, por supuesto, le preocupaba en absoluto a Yvon Ledanois, el director del BMC, el equipo del ganador del día, el joven (o no tan joven ya: 25 años) Tejay van Garderen, quien por la mañana, tocando las piernas espigadas de su pupilo y viéndolas duras y preparadas para la victoria, le dijo simplemente: “Tú ni te muevas hasta el último kilómetro. Hagan lo que hagan los cuatro grandes [o sea, Froome, Contador, Purito, Quintana], tú, vigila y espera, y solo al final ataca”.
Así lo hizo Van Garderen, quien el año pasado no estuvo a la altura de las esperanzas que despertó en el Tour 2012, cuando fue el mejor joven, pero que aún piensa en clave Tour y sueña con el Tour, y para quien esta victoria, la primera ante rivales tan importantes, es “una semilla de esperanza plantada en invierno” (lo dijo como si hubiera leído a Walt Whitman, por lo menos). Tiene, sobre todo, Van Garderen, de Montana, donde la soledad, un récord, el de la mayor amplitud térmica entre dos victorias: en 2013 ganó la Vuelta a California a más de 40 grados en el desierto; ayer ganó bajo cero, entre niebla y nieve. “Me van las condiciones adversas”, dijo, simplemente.
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